Capítulo 3

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Jimena

Al pasar los días y las semanas, mi relación con Estefanía se volvió más cercana y muchas veces era ella quien me buscaba.

-Señorita Jaqueline- me encontró en la cafetería revisando unos exámenes- ¿sabe qué día es hoy?

-El día que me tiene que dejar de llamar así, doctora Mendiola- como siempre y de inmediato acaparó mi atención.

-¿No te gusta tu segundo nombre?

-Si, pero también es el nombre de mi madre y cuando me dicen así, siento que quieren hablar con ella.

-No lo sabía.

-Pero si me cuentas que te tiene tan alegre, te dejaré decirme de esa manera.

-Acepto- se sentó a mi lado y arrancó el cigarro que tenía entre mis dedos para apagarlo.

-Ahora dime, ¿Por qué sonríes cómo una profesora que acaba de reprobar a toda una clase?

-Por ti.

-¿Por mí?

-Hoy es el día en el que quiero hacerte dos propuestas y confío que aceptarás ambas.

-Te escucho- me interesó demasiado e internamente suplicaba que alguna fuera de índole sexual.

-La primera es que en las próximas vacaciones, quiero que vengas conmigo a Cuba.

Intenté hablar, pero no me lo permitió.

-Por favor escúchame y luego debates.

-Okey.

-Podemos estar allá todo el tiempo que quieras y como sé que eres la mujer más independiente de esta vida y que no aceptas la ayuda de nadie, tú podrás pagar tus vuelos y yo, todo lo demás ¿te parece?

-¿Y cuál es la segunda propuesta?

-Primero dime si aceptas lo del viaje.

-Solo si me dejas pagar los vuelos de ambas.

-De acuerdo.

-Ahora sí, dime la segunda.

Ella buscó en el interior de su bolsa, tomó una hoja y me la entregó.

-Quiero proponerte que dejes de fumar y yo voy a ayudarte.

-Steff, agradezco mucho tu intención, pero he probado todos los métodos existentes y con ninguno he logrado un resultado satisfactorio y lo peor de todo, es que solo me dejan con más ansiedad.

-Es porque no has hecho este- insistió con su hoja.

-¿Qué tiene de diferente?- lo analicé.

-Es mío, yo lo desarrollé.

-¿En serio?

-Lo apliqué conmigo misma y también con varios pacientes. Siguiendo los pasos correctamente, es cien por ciento efectivo.

-Si es tan bueno como dices, deberías patentarlo y venderlo.

-Hagamos algo, si logro un buen resultado contigo, lo patentamos juntas. ¿Qué opinas?

-Que con esa serían tres propuestas.

-Y le tocarían la mitad de las ganancias señorita Jaqueline.

Su sonrisa de profesora logrando su objetivo apareció nuevamente en su rostro.

-Doctora Estefanía Mendiola Silva- tomé su mano para cerrar el trato- ha conseguido el día de hoy, una compañera de viaje, una paciente más y a la socia porque soy muy buena con los números.

Historias del Universo LesbicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora