Historias del Universo Lesbico

Capítulo 5

Melissa

El tiempo de incapacidad de Jessica estaba por terminar lo que significaba que Nerim tenía los días contados en la empresa pero antes de que eso sucediera las otras compañeras diseñadoras y yo le organizamos una fiesta de despedida en casa de Luis, nuestro jefe y aunque podíamos llevar acompañante o pareja, preferí ir sola. Nerim no pensó lo mismo que yo porque llegó con una chica, me frustró verla de esa manera. Las vi pasar saludando a todos los compañeros y cuando llegaron conmigo, nos presentó.

-Ella es Melissa y es mi jefa.

Después de casi tres meses seguía con su manía de decirme así.

-No soy su jefa pero si me llamo Melissa- la saludé.

-Ella es Jimena. Es una amiga.

-De hecho soy su novia- corrigió la chica.

Y si hablábamos de la misma Jimena, se trataba de su expareja, la chica con la que Nerim vivió unos años en España hasta que decidieron volver.

-Ahora comprendo que el pasatiempo de tu novia es presentar a la gente con títulos falsos.

-Le fascina- Jimena intentó besarla pero Nerim giro su rostro para recibir el beso en la mejilla.

Esa chica de piernas torneadas y escote pronunciado era una acaparadora por excelencia porque no se alejó, ni dejó a Nerim ni un solo segundo. Por la noche, cuando tenía planeado retírame me despedí de los compañeros que aún seguían en el evento y estaba por entrar al baño cuando sentí sobre mi cuerpo unas manos ya conocidas.

-La única despedida que quiero es la tuya.

Entramos y cerré por dentro.

Sus manos se colaron por debajo de mi vestido y sus dedos encontraron rápidamente su destino. Siempre me sorprendió la rapidez con la que me excitaba cuando Nerim me tocaba, con ella no necesitaba preámbulos, solo bastaba con ponerme una mano encima para que mi cuerpo se mostrara emocionado.

-¡Hey! Tu novia está afuera- por increíble que pareciera intenté detener su acción.

-¿Y? Tú tienes esposo y nunca nos ha importado, además Jimena no es mi novia.

-Eso díselo a ella porque no piensa igual.

-¿Estás celosa?

-¿Debería?

-No pececito, mi tiempo con ella terminó- sus manos continuaron acariciandome- ahora necesito que te calles porque quiero concentrarme.

Me sujeté con fuerza de ella. Se deslizó hacia abajo, quedando de rodillas, levantó mi pierna y la coloqué sobre el inodoro y ella comenzó a lamer toda mi entrepierna. Alcancé a tomar una toalla de tela para colocarla en mi boca y con ella poder ahogar mis gemidos pero tan solo dos días después de la fiesta, mi esposo descubrió todo o casi todo.

-¿Quién es N?- me preguntó Esteban cuando terminé de bañarme y me disponía a vestir para ir a trabajar.

-¿Qué?- me sorprendí con su pregunta.

-¿Por qué N le escribe mensajes a mi esposa diciéndole que la extraña?

En mi teléfono el número personal de Nerim lo había registrado solo con la letra N.

-¿Revisaste mi celular?

-No fue necesario.

Él tenía entre sus manos mi móvil y con una de las teclas laterales encendió la pantalla y en la misma notificación estaba el mensaje de la susodicha "Te extraño" acompañado con un emoji en forma de pez.