Capítulo 5

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Daniela

Caminamos hasta el ascensor y llegamos al piso donde estaba mi habitación, al abrir la puerta la invité a entrar. En cuanto cerré, Larissa comenzó a besarme mientras sus manos intentaban desnudarme.

-¿Ya quieres correr?- la interrumpí un momento.

-Quiero tocar el cielo.

Me desnudó y me besó con tanta delicadeza, que me estremecí en cada una de sus caricias.

Al día siguiente que desperté, Larissa aún dormía. Ella estaba en ropa interior y yo totalmente desnuda. Levanté toda la ropa que se había quedado en el suelo, me vestí y pedí el desayuno a la habitación.

Mientras esperaba que Larissa despertara o que llegara el alimento, empecé a hacer música en mi teclado a la par que escribía algunas palabras y frases en una libreta. La chica llegó primero.

-Hola guapa, ¿Qué haces?

-Te escribo una canción.

-¿Para mí?- se emocionó.

-Estarás de manera implícita, pero cada vez que la escuches sabrás que la compuse para ti.

-¿Puedo escucharla?- tomó asiento frente a mí y mi teclado.

-No tengo mucho, solo el intro y algunas frases.

-No importa.

Mis dedos y manos hicieron lo suyo sobre las teclas de mi instrumento favorito.

-¿Te gustó?- pregunté al terminar.

-Mucho .

-Qué bueno, porque a mí no me convence totalmente. Siento que no va con tu estilo.

-¿Puedo tomar tu guitarra?- señaló al fondo de la habitación.

-¿Sabes tocarla?

Ella se puso de pie, fue por el instrumento y volvió.

-También intenté aprender a tocar el bajo, pero cancelaron las clases.

-¿En serio? ¿Por qué?

Ella comenzó a rasgar las cuerdas para afinarla.

-A la edad de 17 años- comenzó a contarme- tenía un amigo y él era bajista en una banda de rock, eran amateurs, pero me gustaba acompañarlo a sus ensayos. Él me enseñó a tocar la guitarra y poco despues de que iniciamos con el bajo hice algo que no debía y se enojó conmigo.

-¿Qué le hiciste?

-A él, nada.

-¿Entonces?

-Fue a la agrupación en general. Me involucré con la novia del vocalista y nos descubrieron.

-¿Qué pasó después?

-Involuntariamente nos convertimos en las yoko ono de su banda.

-¿Se desintegraron?

-Si. Esa tarde perdí a mi mejor amigo y mis clases de bajo.

-¿Desde ahí te diste cuenta que te gustaban las chicas?

-Se volvieron mis favoritas.

Se levantó y me dio un beso.

-No soy experta, pero sé tocar el bajo. Cuando gustes podemos reanudar tus clases.

-Será un honor aprender de ti.

-Y ya que me contaste tu historia, se me ocurre una idea mejor para tu canción. Pablo, el prometido de Leire, es fan del rock, le pediré un poco de ayuda- recordé algo- solo espero que me perdone por tirar su café.

Seguimos jugando con los instrumentos unos minutos más cuando alguien llamó a la puerta de la habitación.

-Debe ser el desayuno- me puse de pie- ahora vuelvo.

Caminé y abrí.

-Leire ¿qué haces aquí?- era la última persona que quería que estuviera en mi habitación esa mañana.

-Quiero hablar contigo ¿puedo pasar?

-Ahora no, desperté inspirada y estoy escribiendo una canción.

-Déjame ayudarte, tengo algunas ideas.

Intentó entrar, pero no se lo permití.

-Quiero hacerla sola. ¿Te parece si platicamos más tarde?

-Dany, necesito que hablemos de lo que ocurrió ayer.

-Todo está bien, solo fue un mal entendido.

No sé qué estaba haciendo Larissa, pero presionó algunas teclas y después se escuchó como la guitarra que ella estaba tocando se golpeó contra el suelo.

-¿Con quién estás?- logró hacerme a un lado para entrar y llegó hasta la habitación donde estaba la chica.

-Ya veo tu inspiración- dijo al verla.

-Hola- saludó Larissa.

Yo permanecí callada. Solo imaginé a Leire aventándose hacia Larissa para golpearla.

-No sé qué tipo de relación tengan ustedes dos, pero no me involucraré. Dany- su vista se apoderó de mis ojos- yo solo quiero que lo mejor de esta vida sea para ti- acarició mi mejilla- porque eres mi hermanita y cuando tu naciste, mis papás me dijeron que siempre debía cuidarte y eso, es lo único que he intentado hacer y si no quieres cantar más conmigo, lo entiendo, pero entonces yo tampoco quiero seguir, no lo haré sola.

-Pulga, nunca podría dejar la música, mucho menos a ti. Nacimos para hacer esto, pero juntas.

La abracé al notar que ella comenzaba a llorar.

-Y tu- se apartó de mí y observó a Larissa- le rompes el corazón o le haces daño de alguna manera y tendrás muchos problemas conmigo.

-Sé cómo te sientes y soy tu aliada en esto de cuidar a tu hermana, te lo aseguro- le respondió

-Me voy y ustedes sigan con su canción o con lo que sea que estuvieran haciendo- mi hermana limpió sus lágrimas- te veo al rato.

-Si- le di un beso en su mejilla y salió de la habitación.

Volví con Larissa y me senté a su lado.

-¿Te gustaría ir a la gira con nosotras?

-Me encantaría, pero no puedo.

-Podemos contratarte.

-Dany, te lo agradezco, pero tú estarás todo el año visitando ciudades que ni siquiera aparecen en el mapa. Creo que de momento, esa vida no es para mí.

-Te extrañaré- la abracé.

-Y yo a ti, pero cuando decidas volver aquí estaré esperándote.

Fin.

Próximamente se publicará la segunda parte

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