Capitulo 6

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Lorena

Abandonar a Lauren fue quizá más doloroso que tener que soportar veinte horas en labor de parto y no recuerdo con exactitud la hora en que nació, pero si se me grabó el minuto cuando tomé la decisión de apartarla de mi lado; ella merecía una vida mejor, vida a qué lado no tendría. Yo estaba sola y me sentía sola.

Ese día y después de que bebé Lauren y yo lloráramos durante una hora, empaqué mis pocas pertenencias, escribí una nota y tomé la manta que me obsequió una enfermera del hospital. Cargué a Lauren entre mis brazos y salí del cuarto que rentaba. Valle de San Román era una ciudad que crecía a pasos agigantados y ya contaba con algunas zonas bonitas. Elegí la que me pareció mas agradable para el sano desarrollo de un bebé, aproveché el silencio y la obscuridad del atardecer, besé su frente y la acomodé sobre un tapete, al pie de una puerta color café. A un paso veloz hui, hui de ahí y de mi pasado.

Me mudé a la capital del país, la había elegido porque consideraba que era una ciudad prospera y sin duda, me brindaría una segunda oportunidad. Llegué a tener dos empleos para poder costearme la vida y gracias al plan de estudios para adultos, pude concluir mis estudios básicos. Luego una noche y mientras hacia una tarea, descubrí que la escritura era mi mejor terapia. Yo necesitaba sacar todo lo que me seguía lastimando y si a todos mis fantasmas les ponía nombre, los hacia interactuar entre ellos, estos tomaban vida propia por así decirlo y mi dolor terminaba convertido en historias increíbles.

Años más tarde, comencé a trabajar como cajera de un banco local y fue donde conocí a Pilar; ella estaba recién divorciada. La primera cita fue increíble, pero en la segunda nuestra historia inició.

Fin.

Historias del Universo LesbicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora