Tú Otra Vez ( Saga Amor Destinado #1)

Capitulo 3: La libreta

Estoy tumbada en la cama leyendo El guardián entre el centeno cuando escucho el timbre. ¿Cómo puede ser si llevo una semana sin luz? Me levanto y voy abrir, y allí esta con su permanente siempre recién hecha, mi madre la señora Elisa Martínez cargando un par de bolsas

- Hola mamá- nos damos dos besos y un abrazo.

- ¿Cómo no me dijiste que te habían robado?

- No quería preocuparte.

Se dirige hasta la pequeña isla de la cocina en donde deja las bolsas y empieza a sacar comida, productos básicos de higiene.

- Soy tu madre es natural que me preocupe. Mal haría si no

- Mamá ¿Qué haces?- la miro extrañado viendo como saca todo eso de las bolsas.

- La compra. Martina me ha contado los problemas que tienes. He pagado la luz y la línea de teléfono, te he hecho un ingreso en el banco para que puedas vivir unos meses. Te he unido al seguro que tenemos Enrique y yo por si vuelven a robarte. Parece mentira que sepa más de ti por tus amigas. Nunca me cuentas nada.

- ¿Qué has hecho qué?- me empiezo a alterar, detesto que se meta en mis cosas- Te tengo dicho que no quiero tu ayuda.

- Emma esto no es manera de vivir. ¿Vas a vivir sin luz como antaño?

- Juro que voy a devolverte cada euro.

- Con lo testaruda y orgullosa que eres no puedo decirte que no.-Sonrío y nos fundimos en un tierno abrazo.- Vamos voy a prepararte algo de comer.

Mamá y yo nos lavamos y nos ponemos a preparar un lomo con salsa y verduras. Hacía tanto que no cocinaba con ella. Cuando era niña ella era quien se encargaba de todo en casa de las tareas, cocinar de gestionar el dinero, papá se pasaba el día entero fuera de casa de un lado a otro viajando. A pesar de estar siempre de viaje llamaba cada noche para desearnos las buenas noches y cuando estábamos juntos los tres hacíamos galletas juntos, bueno las hacía mas bien mamá papá y yo solo les poníamos chocolate y tratábamos de darles forma, y no íbamos al parque hacer picnic. Pero de pronto todo un día cambió, recuerdo como si fuera ayer cuando me dijeron que se iban a divorciar. Yo que creía que mis padres eran de esas parejas que nunca se separarían. Los dos rehicieron su vida, papá se volvió a casar con Brenda ella es como una segunda madre para mi. Mamá se casó con Enrique un rico empresario del textil y tuvieron tres hijos Sofía y los gemelos Lucas y León y son lo que mas quiero en la vida a pesar que me quiten años de vida. 

Mientras mamá le da los últimos detalles al lomo yo pongo la mesa, una vez listo nos sentamos a comer y charlamos de cosas banales, sus cotilleos con sus amigas de alta alcurnia, las rebeldías de mis hermanos y las locuras de mi hermana. Realmente en mi familia tenemos algún gen de la locura y estoy segura que viene de mi madre. 

Tras irse mamá me voy al estudio a pintar, llevaba tiempo sin pintar y tenia varías obras sin terminar. Me pongo música, suena Shallow de Lady Gaga como me pasa siempre que pinto entro en mi mundo y dejo que pase el tiempo. Unas vibraciones me sacan de mi trance, saco mi teléfono del bolsillo trasero de mi short y descuelgo.

- Diga.

- Buenas tardes. ¿Eres Emma?- La voz de una mujer suena al otro lado.

- Si, soy yo. ¿Quién es usted?

- Mi empleada encontró tu libreta y me gustaría devolvértela.- una gran sonrisa se forma al escuchar esas palabras.

- Señora muchas gracias, creí que no la volvería a recuperar.

- Vi que estaban tus datos así que yo misma decidí llamarte. ¿Sabes dónde esta el Club de campo?

- Si claro. ¿Cuándo le va bien?