Tú Otra Vez ( Saga Amor Destinado #1)

Capítulo 34: Miedo al pasado

La camarera nos sirve loa segundos que faltaban. Me dispongo a probar esta merluza con salsa de nueces. Tiene muy buena pinta.

- Esto parece un funeral. Podéis sonreír un poco.- Nos ánima Alma.

- La vida es una mierda.

- Lo mismo digo Cami.- la apoya.

- Dios mío. Porque me tiene que pasar esto a mi. Celia debe estar allí echando polvos como posesa y yo aquí consolando a mis amigas. ¿Qué mierdas os pasa? Bueno lo tuyo lo sé. ¿Y a ti Emma?

- No quiere escuchar mis explicaciones

Enzo se había enterado que era el padre de Mía. Los gritos de enojo de Enzo se escucharon en todo el edificio. Yo me hice cargo de Mia tratando de entretenerla para no percatarse de la conversación. Se le veía tan enojado. Enzo Ferretti el hombre más calmado del mundo, estaba fuera de sus cabales.

- Max me ha pedido que me vaya a vivir con él y tengo dudas.- confieso y bebo de mi cerveza.

Mis amigas casi se atragantan con su comida.

- Massimiliano Ferretti, el tío mas sexy del mundo, quiere que te vayas a vivir con él y me jodes con que tienes dudas. Soy tu y ya tendría mis maletas en la puerta.- Si por Alma fuera, se iría a vivir con el primer chico guapo que se lo pidiese. 

- Max no es mi tipo, pero Alma tiene razón.- interviene Cami- Creí que estabais bien. Últimamente te veo poco por casa.

- Tengo miedo a repetir la historia de mis padres.

Papá y mamá se separaron cuando era una niña y crecí entre dos familias, sintiendo que nunca terminaba de encajar. Mamá formó otra familia y papá tardó años en conocer a Brenda. Y pese a querer a Brenda, a Enrique, a los gemelos y a la loca de Sofía siempre he sentido que no termino de encajar.

He tenido algunas relaciones y siempre he tratado de dar un paso más allá. Amo a Max con locura, pese a ser un poco idiota y prepotente y temo en repetir la historia de mis padres. Ellos eran jóvenes, estaban locamente enamorados y de pronto llegaron las peleas. Recuerdo escuchar los gritos desde mi habitación y pese a taparme con la almohada era imposible abstenerse de ellos.

- Sabes Emma. Tienes miedo por que quieres. ¿Amas a Max?- Asiento segura.- Pues eso es lo que importa. Lo que pasara en el pasado con tus padres es lo de menos. En esta relación sois Max y tú, y quienes debéis cuidarla.

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Abro el cesto de la ropa sucia y empiezo a seleccionar la ropa de color más oscura, me topo con una camiseta de hombre, es de Max, esta revuelta.

- ¡AAAAAH!!- Grito frustrada. Max, Max. Tu y tu maldita manía de dejar tu ropa como si fuera un nudo.

Acerco la camiseta y la huelo, su olor inunda mis fosas nasales. Tenia esta camiseta en mi piso a modo de ropa deportiva, para estar algo más cómodo cuando pasaba las noches aquí. Aunque bueno, la mayor parte del tiempo la llevo yo. Me gusta cuando preparamos el desayuno con la música a tope o pintamos en el estudio todo aquello que se nos ocurre. Según Max hay que pintar lo que sientas al momento. Nuestras peleas por que peli vemos en Netflix o porque me duermo viendo alguna serie. Su manía de fumar por las noches y nuestro pacto del caramelo de menta.

Como si un foco de luz se abriera encima de mi, ahora lo tengo claro.

Narra Max:

Apago la colilla del cigarro con mi zapato entro de nuevo al local. El cambio de temperatura es evidente. Entrego mi abrigo, quedándome solo en camiseta de manga corta y subo de nuevo a la zona VIP.