Capítulo 9: El bálsamo

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Max abre la puerta del restaurante e indica que pase tras él mientras cierra el paraguas y se lo entrega al metre. Al fondo veo a Camila saludar para que vayamos la mesa. Están casi todos, Alma, Victor, Eric, Celia y Jorge.

- Amiga, que sexy vienes. - Me halaga mi amiga. Me da una vuelta para mostrarle mi modelito. No puedo evitar sonrojarme.

- Me lo ha prestado Camila. Yo me veo algo rara.

- Estás divina. Ven siéntate a mi lado.- La castaña de agarra por la muñeca y me guía hasta la mesa. Como puedo saludo al resto de compañeros.

Las risas resuenan en nuestra mesa con las historias y bromas de Víctor, este chico tiene anécdotas y bromas para todo. 

- Entré en su despacho y allí estaba con la ropa toda mojada y llena de lodo, indignada queriendo saber quién había sido y me tenia delante.

-¿ Con que fuiste tú? - Alma señala a Víctor con el dedo.- Me las vas a pagar.- Le amenaza. Llevo poco tiempo en Turandot y algo me dice que entre estos doy algo. 

Todos reímos.

- Hey hey no te rías tanto. Eres la nueva y cualquier día te tocará a ti.- Me amenaza Victor. Corto mi carcajada y le lanzo una mirada de advertencia.

La cena transcurre con gran tranquilidad entre risas y anécdotas. Unas suaves yemas de dedos empiezan a dibujar círculos pequeños en mis rodillas, amo esa sensación y él lo sabe. Provoca la misma sensación en mi que cuando teníamos 16 años y nos íbamos al mirador a ver la puesta de sol. Mientras yo me apoyaba en su pecho, Max abrazaba mi cuerpo y de vez en cuando dibujaba pequeños circuitos en mi rodilla. Decía que quería aprenderse cada centímetro de mi cuerpo punto por punto.

- Se te sigue poniendo la piel de gallina- Susurra en mi oreja. Detesto que tenga razón, vamos Emma contrólate.

- No se de que me hablas y deja de tocar mi pierna.- Aleja rápidamente su mano de mi pierna. Menos mal estaba a punto de perder el control. Nadie como él conoce mis puntos débiles.

- Por mucho que finjas se lo que he provocado en ti.- Sonrió de forma victoriosa. ¡Argg lo odio!

Ignoro el resto de la cena a Max y hablo con los otros compañeros de trabajo. Alma me cuenta la historia de Celia y Jorge. Celia llegó a Turandot hacia tres años después de un par de años en Bélgica trabajando.  Volvió tras descubrir que su novio la engañaba con una compañera de trabajo desde hacia varios meses. Jorge se fijó en ella nada más entrar en la firma y en seguida se percató que ella estaba negada al amor.

- ¿Emma como vuelves a casa?- Me pregunta Victor.

- Voy en metro.- Y tendría que irme ya o lo perderé

- Yo también voy en metro- dice Alma.

- Os puedo llevar- Nos propone Víctor. Ay que simpático.

- Lleva a Alma, yo me encargo de Emma.- Max, cállate y Víctor más te vale que te niegues. Al coche de Max no me subo. 

- No es molestia.- Gracias Victor, gracias. Mi herencia es tuya. 

- Alma vive en la misma dirección que tu y a mi llevar a Emma me viene de camino.

- Si es así. Por mi perfecto.- Alma recuérdame que te regale una araña venenosa por tu cumpleaños.

El camino hacía casa es silencioso, solo se escucha la sesión de música electrónica de la emisora sintonizada. Veo como observa em viejo edificio en el que vivo.

- No imaginé que vivirías aquí.- Expresa viendo el viejo edificio en el que vivo. 

- Es para lo que me da el sueldo. Nunca me ha gustado usar el dinero de mi familia. Yo no lo gané.

Tú Otra Vez ( Saga Amor Destinado #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora