Maratón parte 1 Capitulo 36: La fiesta del adiós

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- Max, amor. ¿Has visto mi botines rojos?- Pregunto mientras bebo rápidamente mi taza de café.

- ¿Esos tan feos? Están en el baño.- Veo como su mano me los tira desde el piso de arriba.

- No son feos.- Me quejo.- Y quieres darte prisa. Vamos a llegar tarde al trabajo.

- Y lo dices tú que siempre te despiertas tarde.

- Tengo un sexy novio que me prepara el desayuno. Que voy hacerle. Puedo dormir más.

- Anoche te pasaste hasta tarde hablando.

- Estaba consolando a mamá. Sofia se va mañana y me vino con el drama de madre abandonada.

Llevamos ya un par de meses meses viviendo juntos, al convivencia está siendo algo más fácil aunque a Max le sigue costando dejar su ropa bien puesta en el cesto. como se nota que tiene a alguien que le hace la colada. Y aunque yo ahora también disponga de ese lujo quiero seguir lavando y haciendo los quehaceres del hogar. Me siento responsable de cuidar de mis cosas. 

Las puertas del ascensor se abren y tras esquivar a un par de trabajadores más Max y yo salimos tomados de la mano. Al principio me daba reparo que nos vieran juntos. Ahora me siento bien, segura, feliz.

Reviso con Celia un par de diseños en los que estamos trabajando. Mientras debatimos si debemos realizar un brazalete y anillo a conjunto. La barriguita de Celia empieza a ser notoria y más hoy con el ajustado vestido que lleva. Se ve tan increíble.

- Disculpa. Debo atender esta llamada-Me pide Celia.

-Tranquila. Mientras voy a probar un par de cambios.

Minutos después Celia vuelve a mi despacho.

- Perdona. Estamos empezando a remodelar la habitación del bebé. La que queremos es demasiado grande y hemos decidido dividirla en dos.- Bebe un poco de una pequeña botella que hay encima de la mesa.- ¿Max y tú como vais con la búsqueda de casa?

- Hemos visto un par de pisos pero no se adaptan a nuestras necesidades. Max se ha puesto en contacto con una agencia inmobiliaria. Esta semana nos van a  mostrar algunas propuestas.

- Chicas. ¿Esta tarde vamos a tomar algo?- Propone Alma entrando a la oficina y apoyándose a la mesa.

- Por favor. Con las obras la casa huele fatal y me entran unas nauseas.- Dice Celia con una mueca de desagrado.

- Creí que habías pasado esa fase.

- Y así era. Hasta que empezaron a levantar la pared.  Ese olor me da mucha nausea.

- ¿Emma tu que dices? Podemos llamar a Martina. Esa perra es divertida.- Ni que lo digas, parecéis separadas al nacer Alma.

- Me temo que no puedo. Mañana Sofia se va estudiar al extranjero y le haremos una fiesta sorpresa. Ella cree que haremos una cena en familia junto a un par de sus amigas. Prometí que le haría sus dulces favoritos. ¿Y si os venís? Hay piscina- Digo pensativa.

- Ay no se.  Ira casa de tu madre sin permiso.- Dice preocupada Celia

- No temas. Mamá siempre está preparada para las visitas inesperadas. 

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Creo que Alma no se irá nunca de casa. Desde que llegó y vio la piscina se ha lanzado a ella de cabeza.

Rita nos sirve unos zumos, Alma le insiste para que se lo entregue en el agua mismo. Según dice quiere tomarse la bebida de frutas encima de la colchoneta.

- Tia. Tómame una foto así.- Le pide a Celia mientras posa media incorporada con las piernas cruzadas, y el zumo, en la colchoneta.- Déjame ver.

Tú Otra Vez ( Saga Amor Destinado #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora