No lo pilla, no lo pilla. Y mira que es fácil de entender por que no quiero ir a ese reencuentro de nuestro colegio. ¿Tanto le cuesta entender que no me sentía bien allí? Era la chica que sufria bullying, el hazmerreír de todos, el objetivo de las bromas.
- Mi amor yo te entiendo, hasta yo fuí tan idiota de formar parte de esas bromas y burlas. Y fue el peor error de mi vida. Pero mirame a mi, ya no soy el mismo idiota de antes- Eso es discutible en estos momentos- Emma, la gente con los años madura, enmienda sus errores.
Tomo la ropa sucia como una bola y las toallas que he utilizado para la ducha y voy al baño.
- Sé que la gente madura, a mi me hicieron más fuerte- Cuelgo una toalla .- pero eso no quita que cuando los vea vaya a sentir rencor-Me quejo.
Antes de que pueda seguir con mis argumentos y mi yo patoso aparece y resbalo con un pequeño charco de agua, haciendo que me tuerce el tobillo. El grito que doy creo que lo han escuchado hasta en Pekín.
Me apoyo en el brazo de Max cuando el enfermero nos llama para pasar hacer la radiografía.
Con un dolor horrible en el tobillo sigo las indicaciones que me da el doctor mientras la máquina realiza su trabajo.
Una vez realizada la prueba nos toca esperar y esto es un aburrimiento. El dolor ha disminuido un tercio por el calmante que me han puesto.
Mi siento estúpidamente ridícula con el vendaje compresivo, andando con muletas, por no hablar de lo patosa que soy con ellas, y me tendré que estar así mínimo 3 semanas. Esguince de segundo grado.
Con la ayuda de Max subo al piso de arriba hasta llegar a nuestra habitación. Como si de una pluma se tratase, me deja encima de la cama. Este hombre es tan fuerte.
- ¿Estás bien?- Asiento.- ¿Te traigo algo?
- Si. Mi cuaderno y mis lápices.
Poco después Max vuelve con el material que le he pedido, lleva otro cuaderno, me entrega uno a mi y se sienta a mi lado en la cama. Se lo que quiere hacer. Una de las maneras en las que Max trató de conquistarme fue en el aula de arte. Solía pasar todos los recreos allí encerrada pintando, era mi manera de alejarme de todo el acoso que sufría por parte de mis compañeros.
Dejo el lápiz naranja en su sitio y tomó el amarillo. quiero pintar este mándala en tonos cálidos. Me centro en el dibujo que tengo en el papel y junto a la música que suena por los auriculares.
Hoy no está siendo un buen día, Rita y sus amigas me están esperando en el baño, me quieren volver a tirar agua estancada con heces. Sé van a quedar con las ganas, no pienso ir allí. Sé que aquí no me encontrarán.
Siento una mano en mi hombro, siento como el corazón se me acelera. ¿Y si Rita o alguien de su séquito me ha encontrado? ¿Cómo puede ser? Llevo años escondiéndome en esta aula y nunca me han encontrado.
Apago el reproductor de música y me quito los auriculares. Una gran sonrisa y un suspiro de alivio sale de mi boca al ver a Max.
- Te estaba buscando. Pensé que nos veríamos detrás del gimnasio.- Se sienta a mi lado.
- Rita y las suyas me están esperando en el baño.
- Y no quieres que te encuentren?- sin dejar de mirar el dibujo asiento con un leve gemido.- Emma, mírame.- Toma mi barbilla entre sus mano y hace que lo mire a esos ojos azules que tan bonitos me parecen.- Si Rita o alguien te quieren hacer algo me avisas y yo estaré para ayudarte. Estaré a tu lado para que las enfrentes. No puedes dejar acobardarte por cuatro niñatas sin vida.
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Tú Otra Vez ( Saga Amor Destinado #1)
Romance¿Qué pasaría si años después te reencontraras con el chico del que estabas perdidamente enamorada en tu adolescencia y él jugó contigo? Pues eso me pasó a mi. Max Ferreti era el chico de mis sueños y para él solo fui una maldita apuesta junto a sus...