El camarero nos sirve nuestra comida, Magret de pato para Rita y Lasaña con salsa roquefort para mi.
Estoy hambrienta. Mi visita con la psicología es a última hora de la mañana, poco antes de la hora de comer. Era la hora que mejor se adapta a mi horario laboral y suelo salir con mucha hambre y Lentejita ha salido glotona.
Como cada vez que tengo terapia, Rita ha venido a acompañarme, le estoy tan agradecida. Me ha demostrado que quiere ser mi amiga.
- ¿Cómo te ha ido hoy con la psicología?- Rita bebe de su copa de vino blanco.
- Bien la verdad. Dice que estoy haciendo buenos progresos y estoy siguiendo muy bien sus indicaciones.
- Me consta. No sabes lo orgullosa que me siento de ti amiga. Lo estás haciendo muy bien. Recuerda que todo esto lo haces por tu bebé.
- Lo sé. Este bebé es quien me da fuerzas. Pero- acaricio mi vientre.
- ¿Qué pasa?
- Me duele no tener a Max a mi lado. La otra noche estaba en la cama viendo una peli con mis hermanos y sentí como se movía. Fue bonito compartir ese momento con los demonios pelirrojos, mamá se volvió loca. Se quedó a mi lado con el móvil esperando a que se moviera de nuevo. Pero me habría gustado haber compartido este momento con Max, en nuestra casa.
- Emma. Olvida a Max. él debe estar fuera de tu vida. Quizás no te engañó con Miranda pero te aseguro que ya habrá pasado otra por su cama. Además, quizás esa de las fotos no sea Miranda, pero será otra mujer, y siento decirte esto porque te tengo aprecio. Estoy convencida que si le quiso mandar esas fotos fue porque algo tienen.
- No creo. Yo pienso que alguien me quiso confundir y me mandó unas fotos cualquiera de una mujer en ropa interior.
- Ay Emma. No puedo creer que seas tan inocente. A saber quien es esa mujer, quizás alguien que ha conocido hace poco o una vieja amante. Lo que si que te digo es que sabiendo como es Max, ha vuelto a caer en sus brazos.
No se qué pensar. Conozco el pasado de Max y su fama de Playboy y él ahora es un hombre libre y aunque me duela tiene derecho a estar con quien él quiera. Y mientras estábamos juntos? Ya desconfíe de él cuando creí que tenía algo con Miranda. Siempre me ha demostrado que me ha sido fiel, no pienso desconfiar más. Eso fue lo que arruinó nuestra relación.
-------------------------------------------------------------
Tres meses han pasado, tres meses desde que quedé en ridículo en frente de todo el mundo, tres meses en los que no he visto a Max más que en Turandot. Evita mirarme a los ojos, apenas me dirige la palabra si no es por motivos laborales.
Y a eso hemos de añadirle el periodo de vacaciones de verano. Nuestros planes de ir a la playa han sido sustituidos por ir con mi familia a que mamá luciera sus nuevos pechos.
Hoy es un importante día, hoy al fin sabremos el sexo de lentejita y aquí me tenéis enfrente del portal de la que hasta hace unos meses era mi casa, extraño tanto este lugar.
Busco en el bolso el llavero con las llaves, meto en la cerradura la llave dorada con dos dientes y abro la pesada puerta de hierro, estoy algo nerviosa. No sé como pueda reaccionar Max.
Entro al ascensor y le doy al ático. Acaricio mi vientre ya bastante notorio, si algo o mejor dicho alguien me ha dado fuerzas y me ha mantenido en pie ha sido Lentejita, bueno ahora tiene un tamaño más parecido a un melón.
Deseadme suerte, ya estoy enfrente de la puerta. Deslizo mi mano hasta el timbre y espero hasta que Max abra la puerta.
Sigue igual o más guapo, viste un vaquero y una camiseta de rayas, le quedan tan bien las rayas, resaltan sus brazos y sus ojos. Dios, no se si son las hormonas o el amor que siento por el, solo quiero lanzarme a besar y sentir su aroma.
ESTÁS LEYENDO
Tú Otra Vez ( Saga Amor Destinado #1)
Romance¿Qué pasaría si años después te reencontraras con el chico del que estabas perdidamente enamorada en tu adolescencia y él jugó contigo? Pues eso me pasó a mi. Max Ferreti era el chico de mis sueños y para él solo fui una maldita apuesta junto a sus...