- Menuda creída. A saber cómo ha llegado a tener ese puesto. Si es una cabeza hueca rellenada de Botox.- digo mientras bebo de lo que queda de mi copa de vino
Veo como las chicas me observan atónitos ante mis comentarios sobre Miranda.
- ¿Qué pasa? ¿A caso no tengo razón?
- Si, si yo misma te advertí de ella- dice Celia mientras esparce el tomate por la masa de pizza- Pero es que.- lanzo una mirada de advertencia.
- Parece que te importe que sea novia de Max.- Vaya tontería acaba de solar Alma
¿Qué me importa que sea novia de Max? Ay por favor, menuda tontearías dicen. Si están hechos los dos de la misma calaña. Niños de papi superficiales que solo aman lo material. Por mi como si se casan.
- Vaya tontearía. Hay que poner la mesa.- Digo levantándome del sofá.
He invitado a la chicas a cenar a casa para ver juntas el final de un concurso musical. Celia ha traído los ingredientes necesarios para hacer varias pizzas.
Mientras estiro la segunda más con el rodillo Alma corta un poco de jamón y demás ingredientes para nuestras pizzas.
- ¿Tienes algo para poner en la mesa, un mantel, individuales?- Me pregunta Celia quien se esta encargando de poner la mesa.
- Si. En el segundo cajón del mueble en donde esta el televisor hay unos individuales turquesas.
El timbre suena, debe ser o Camila o Martina. Voy a abrir y efectivamente son las dos, al parecer se han encontrado en el pasillo. Mia viste un precioso pijama de princesas en rosa pastel. La pobre luce algo cansada.
- Si no te importa voy a calentar la comida de Mía. Quería darle la cena en casa pero se ha empeñado en que quiere cenar aquí.
- Tu misma.- Le señalo el microondas.
- Mi amor. ve a lavarte las manos.-Ordena Camila a su hija.
- Emma. ¿Me acompañas a lavarme las manos?- Me mira con sus tiernos ojos azules. Es tan mona.
-¡ Ay por favor. Me la como! Cami, tu hija es una monada.- Espeto en tono agudo y algo chillón por la emoción.
Acompañó a Mia a lavarse las manos. La ayudo a poder alcanzar el lavamanos. Es curioso, tiene un cierto aire familiar, observo dos pequeñas pecas en su cuello. Max tiene dos pecas en su cuello.
¿Ay será que Max es el padre de Mia? Emma no digas tonterías. Cami ya te dijo que Enzo Ferretti le prohibió que tuvieran algo. Son solo dos pecas. Mucha gente tiene pecas en el cuello.
Mía lleva más de una hora durmiendo plácidamente en mi cama tapada con una pequeña manta.
Las chicas y yo ya vamos por la tercera botella de vino. El presentador esta apunto de anunciar el ganador del concurso.
Martina sentada en el suelo cual indio se sirve un nuevo vaso de vino, un par de gotas caen cuando una azafata trae un sobre con el nombre del ganador.
- Se parece a Miranda- comenta Alma jugando con la copa y su contenido rojizo.
- No se parecen en nada. Esta chica es más mona, se nota que lo suyo es natural.-digo.
-¿Quien es Miranda?- pregunta Martina.
- La cerebro de botox que tiene por novia nuestro querido director creativo y nuestra nueva colaboradora.
- Mira que me cae mal Miranda pero no le tengo tanta manía.- Dice Alma llevándose su copa a los labios.
- Espera. ¿Esa tal Miranda es la novia de Max, no?- pregunta Martina. Vale. Temo por esto.
- Si. - asiente Celia.
- Ooooh. Ahora entiendo todo. Si es que lo sabía. Te lo llevo diciendo hace días y tu diciendo que no. Estás celosa- menciona en tono burlesco.
Las otras tres chicas desvían su atención hacia mi mejor amiga esperando alguna explicación.
Martina espero que por todos los años de amistad que tenemos no me falles e inventes algo.
- ¿Emma nunca os ha dicho que Max es su ex?.
Nota mental Emma. Cuando vayas al infierno con Martina pedir al demonio empujar a Martina a las llamas de fuego eterno.
-¿ Max es tu ex?¿ Pero cuando? Si llevas muy poco en la empresa.- Pregunta Alma incrédula
- Fue hace mucho tiempo.- Digo resignada.
No tuve más remedio que contar a las chicas toda mi historia con Max.
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Término de manipular una pulsera de oro fina con pequeñas incrustaciones de rubíes talladas en forma floral.
Canturreo una canción cuyo título ni recuerdo mientras trabajo en la manipulación de orfebrería, absteniéndose de todo en este mundo. La joyería produce una sensación parecida a cuando pinto. Creo que todo lo relacionado con el arte y la artesanía hacen que me abstenga del mundo terrenal y olvide todo. Papá decía de pequeña que era capaz de entrar en el estado nirvana cuando pintaba los libros de colorear.
- Esta fue la canción que sonaba en nuestra segunda cita y te besé.- Susurra Max en mi oído.
Un chillido sale de mis carnosos labios, el rubí que sujetan las pinzas de mi mano cae al suelo rompiendo todo silencio y tensión que se habían formado hace unos instantes. Me levanto temblorosa de aquella silla y me giro haciendo que todo lo que hay por la mesa caiga al suelo creando una especie de sonata producido por los metales, las piedras y minerales que rebotan contra el suelo de madera.
Avergonzada, casi queriendo que la tierra me trague y me lleve a Marte o algo asi levanto mi mirada y veo como Max se está riendo sin parar.
- Sigues siendo igual de patosa y desastre. No has cambiado nada.
- Y tu sigues siendo igual de imbécil.- suelta una pequeña sonrisa triunfante.
- Recoge todo esto dientes de conejo y cuidado por donde pisas.
Será imbécil.
Flaixbach:
Un día más en el instituto siendo la nerd. Tiro de la cadena y salgo del baño con olor a tabaco y mezcla de miles de perfumes que tratan de ocultar el olor a cigarro.
Lavo mis manos. Odio que el grifo se apague cada 5 segundos. Seco mis manos en el secador y miro larga melena pelirroja, mis trenzas están algo deshechas. La deshago dejando una larga melena con ondas caer bajo mis hombros. Peino un poco mi cabello con los dedos.
Escucho la puerta abrirse, de seguro serán el grupo de Ester, suelen venir siempre a esa hora.
- Dientes de conejo. Ten cuidado al salir.
Asomo la cabeza y veo como Max Ferretti y su séquito de amigos tiran varias cajas de bolas llenando el baño entero.
Fin del flash back.
- Dientes de conejo. Emma, estás allí?- Pasa su mano frente a mis ojos tratando de ver si respondo.
- Acabo de recordar una pesadilla. Dígame señor Ferretti. Necesita algo?- ladeo mi cabeza y dibujo una sonrisa forzosa.
- Hemos estado hablando Erik, Miranda y yo, viendo varios diseños, el trabajo de todos. Y a pesar de que lleves poco tiempo en Turandot, tienes un gran talento y futuro. Encajas muy bien en el perfil que buscamos, aportas talento, frescura, juventud, novedad, por eso hemos considerado que te encargues de diseñar junto a Miranda la joya estrella de la subasta.
A ver si he entendido bien. Me vende un jardín de rosas hermosos lleno de color, alegría, felicidad para encontrarme al final el cementerio del botox.
- ¿Trabajar con tu novia?
- ¿Algún problema?- Levanta sus cejas. No sé, que me cae fatal.
- Es mejor que recoja lo que se ha caído. No quiero otra cicatriz en la frente.
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Tú Otra Vez ( Saga Amor Destinado #1)
Romance¿Qué pasaría si años después te reencontraras con el chico del que estabas perdidamente enamorada en tu adolescencia y él jugó contigo? Pues eso me pasó a mi. Max Ferreti era el chico de mis sueños y para él solo fui una maldita apuesta junto a sus...