Capitulo 8: El destino es caprichoso

41.8K 1.9K 143
                                    

Miro la foto familiar colgada en la pared del salón, la familia Ferretti, Max tiene un gran parecido a su madre y hermana, Alex y Enzo, sus hermanos mayores aunque tienen parecido con él se asemejan más su padre. Sigo observando esa pared llena de fotografías, me paro en una de Max de pequeño vestido con un pañal y lleno de chocolate. No puedo evitar que se me escape una ligera sonrisa de mis labios, se le ve tan tierno.

- A que estoy mono?

- Tengo que reconocer que estas irresistible todo lleno de chocolate y esta sonrisita.

-  Lo sé. Y aún sigo siendo irresistible.- ruedo los ojos será creído.

- Esto es para mi?

- Si. - Me entrega una camiseta bien doblada- Espero que te sirva. si tienes frío en el armario hay un par de mantas. 

- Gracias.- Murmuro entre dientes. 

- Si me necesitas estaré en  la habitación del final del pasillo. Siempre es mejor el calor humano al de un par de mantas.- Será engreído. Ni a dos metros lo quiero.

- Tranquilo que me las voy a apañar. Buenas noches.

Entro a la habitación y dejo la camiseta encima de la cama. La habitación es algo grande, bueno mucho más grandes que mi pequeña habitación. Las paredes están pintadas en azul cielo con  una pared de franjas azules y color yeso en donde hay una pequeña cómoda con una televisión. enfrente se encuentra una cama matrimonial presidida por un cabecero de madera desgastada. a la derecha hay una pared llena de armarios empotrados de madera clara y a la derecha un gran ventanal con un balcón con vistas al mar.

Me dirijo hacia el balcón y abro la puerta corredera una bocanada de aire llega a mi rostro y lo respiro liberando mis pulmones. Observo el cielo, pese a estar en medio de la ciudad se observan algunas estrellas en el cielo, huele a brisa del mar, a penas a unos metros esta la playa.

- ¿Quieres?- Me giro de un sobre salto. Max esta allí, en el balcón de al lado con una cajita de cigarrillo. Veo que no ha dejado el vicio.

- No, gracias. Prefiero inundar mis pulmones de aire puro.

- No creo que el aire de la ciudad, lleno de polución sea muy puro y poco contaminado.- Enciende su cigarrillo y le da una gran calada.

- Voy a la cama.- Entro a la habitación sin dejar que conteste.

-----------------------------------------------------------------------------------------

Un rico olor a café recién hecho y tostadas recién hechas me despierta de un horrible sueño aun medio somnolienta y con mi media melena pelirroja alborotada mis pies me guían por el suelo calentito hacia ese rico aroma.

- Buenos días gatita- Max esta sentado sin camisa en una de las banquetas de la isla. Los años no han pasado en balde, esta mucho mas fuerte que antaño.

- Podrías ponerte algo.- Le exijo. No me apetece verle esos pectorales perfectos, esa piel con algo de color como si hubiera sido esculpida por el mejor artista plástico. ¡Emma céntrate joder!

- Lo mismo digo. Aunque si no te pones nada mejor. Prefiero lo natural.
Me doy cuenta solo llevo la camiseta que Max me prestó anoche. Aunque tapa bastante, muestra en demasía mis piernas y no puedo evitar sonrojarme.

- Voy a cambiarme.

Tras cambiarme Max ya esta vestido, se le ve tan guapo vestido sin ropa formal, esa camiseta color caqui le marca sus pectorales y la chaqueta de cuero color chocolate le hace ver tan sexy. Emma deja de babear de una vez.

Tú Otra Vez ( Saga Amor Destinado #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora