Tú Otra Vez ( Saga Amor Destinado #1)

Capitulo 41: ¡Basta ya!

No, no voy a poder. No estoy preparada. Simple y llanamente no estoy preparada. Antes me tiraría en paracaídas o haría puenting.

Los golpes del otro lado del baño suenan de nuevo.

- Gatita. Abreme por favor. Vamos a hablar.

Me levanto del suelo, aún con la toalla rosa enrollada por mi cuerpo, el pelo derramando algunas gotas de agua, limpio con la palma de mi mano el espejo empañado por el vaho y abro la puerta.

Me vuelvo a mirar al espejo. Veo como Max se acerca, su reflejo esta cada vez más cerca, enrolla sus brazos alrededor de mi cuerpo y besa mi clavícula un par de veces. El jersey de rayas que lleva le queda tan bien.

- Seguro que todo va a ir bien. Ya ha pasado mucho tiempo desde la última vez.

- Nunca has visto a mis padres juntos. Pueden ser capaces de provocar una guerra. Yo no se porque acepté que vinieran ambos a comer.

- Todo va a ir bien. Confía en mi. Seguro que no es tan malo. Vamos. Brenda está empezando a cortar la carne y va a necesitar ayuda.

Me giro hacía el con una sonrisa confortante y beso suavemente sus labios.

- Eres el mejor novio que podría pedir.

Los primeros en llegar son mis suegros, Gianluca trae una botella de vino blanco, no soy muy entendida, aunque según papá es una buena botella de añada vieja.  Mamá y Enrique no tardan mucho en hacerse presentes.

Lo primero que hago es enseñarles es el dúplex, mamá, Claudia y Brenda ya han adjudicado la que será la habitación del bebé. Según ellas es ideal, esta cerca de nuestra dormitorio y hay un baño de por medio para amortiguar ruidos. Según yo, Max y yo no nos planteamos ser padres por ahora. Apenas llevamos poco más de un año desde que volvimos.

Sirvo un poco de aperitivo, Max y Brenda ultiman la carne en salsa que llevan cocinando toda la mañana. Huele de maravilla. La charla se ha centrado en los negocios.

-¿ Emma. Qué aportarías Turandot?- Me pregunta mi suegro.

- Yo soy solo una diseñadora de joyas..- Me excuso tímidamente

- Muy buena. Tus diseños han sido de los más vendidos de la colección- Alaba Claudia llevándose un trozo de queso a la boca.

- A Brenda le regalé unos pendientes y un collar. Creo que los lleva puestos.

- Vamos. Llevas ya un tiempo trabajando en la empresa y tienes criterio, qué harías?- Me pide mi suegra.

- La verdad, hace algún tiempo que ronda por mi cabeza crear una colección más asequible a todos los bolsillos y respetuosa con el medio ambiente, en su proceso, en sus materiales, con diseños sencillos y divertidos para el día a día.- Algo nerviosa bebo un poco de refresco, suspiro y lo dejo en la mesa.

- La comida esta lista.- Nos avisa Brenda.

Max termina de servir el vino y se sienta en la silla, por debajo de la mesa acaricia y toma mi mano, yo simplemente le miro a esos ojos grises y sonrío. De momento todo esta siendo mucho mejor de lo que pensaba. No está siendo paz, papá y mamá cada dos por tres se lanzan pullitas., pero al menos no se están tirando la vajilla por encima.

- ¿La salsa que lleva ,Emma?- Pregunta mamá.

- Tranquila Elisa que no te va a estropear todo el botox que llevas en la cara.-

- Luis basta! Ya hablamos de esto en casa.- le riñe Brenda.

- La han hecho Max y Brenda.- digo.