Capitulo 20: Misión desenmascarada parte 2

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Me giro y vienen los dos cogidos de la mano, él con traje negro bien entallado a su cuerpo, pajarita negra y ese cabello castaño oscuro peinado hacia atrás algo revuelto del viento. Dios como me pone ese mechón rebelde que se le cae por el lateral izquierdo. Emma, controlate.

Mi vista se va hacia su acompañante y si todos mis pensamientos pervertidos con Max se me pasan al ver a la cerebro de botox. No me considero una experta en moda, soy la persona más simple en vestir pero llevar eso es tener muy mal gusto para llevar ese vestido ajustado al cuerpo de estampado leopardo, escotado casi hasta el ombligo, y con la zona de la falda traslúcida.

- Emma quita esa cara de asco- me sugiere Camila.

- ¿Tú has visto el horror que lleva?- Expreso con mueca de desagrado

- Cutre como ella amiga- Interviene Alma

Observo como la parejita feliz saluda a los invitados, Miranda como siempre, escandalosa con su voz de pito la percibo desde el punto en el que me encuentro. Y creedme, estamos a varios metros de distancia

Erik se acerca hacia donde me encuentro con un par de copas de champagne

-¿ Tú no estabas despedida?

- Enzo Ferretti se negó a firmar mi despido.

- Si vendiste los diseños.

- Eso creéis todos. Espera y verás.- Dice Alma

Me voy de aquel lugar dejándole con la palabra en la boca.

Tomo un canapé de caviar de salmón y junto a mi copa de champagne. Me meto el manjar en la boca y lo saboreo. Lo que más he extrañado de estas fiestas de postín es la comida. La mayoría toma un par de canapés y sin que casi nadie se de cuenta. Mamá siempre me reñía porque terminaba con todas las existencias e iba a engordar. Y la verdad a mi me daba igual. No estoy hecha para esto.

- ¿Cómo ha ido este tiempo en la empresa?- Claudia Ferretti me coge con las manos en la masa.

- Señora Ferretti. Disculpe. No me había dado cuenta de su presencia.

- Tranquila. Aquí entre nosotras. Me escondo en varias fiestas para comer lo que quiera. Y siempre suelo llevar un pedazo de regaliz negra en el bolso por si me entra la gula.- ambas reímos.

- Señora. ¿Usted no esta decepcionada conmigo? Ya sabe. De seguro le han llegado las nuevas

- Se que no fuiste tú.- Abro mis ojos sorprendida- En cuanto mi hijo Max me hizo saber de la venta de joyas empecé a investigar y tras varias llamadas supe que era Miranda.

- Gracias por confiar en mi-esbozo en un tono de voz.

- Sé lo que harás esta noche- ¿pero que como se ha enterado?- tengo mis métodos cariño. No estoy muy de acuerdo con lo que pretendes hacer. Pero sabes algo. No soporto a Miranda. Están creída y superficial. Mi esposo la adora por ser hija de quien es. Y mi hijo solo se deja llevar y quiere contentar a su padre. Su relación nunca ha sido fácil.

Trago fuerte mi propia saliva atónita a lo que escucho de los labios de Claudia Ferretti. Esa mujer me agrada. Pese a su imponente elegancia y saber estar se la ve tan terrenal.

Ha llegado el momento. Mando un WhatsApp a las chicas para que tengan todo listo.

Camila me manda una señal. Ya puede empezar el show.

Avanzo entre la multitud encima de las sandalias de 15 cm hasta llegar al escenario.

- Señor, me presta su copa.

- Esta vacía.

- Así está bien- sonrío.

El hombre me entrega su copa y doy unos pequeños golpes con con la pulsera que llevo a modo de baqueta y captar la atención del público.

Vale. Esto va a ser más chungo de lo que creía. Todo el mundo me esta mirando.

Allí esta Claudia Ferretti junto a Gianluca Ferretti. Esa mujer es tan elegante y sofisticada. Viste un simple vestido negro de cuello halter, un collar de perlas y su característico moño italiano. Gianluca a su lado sujeta la mano de su esposa, desde mi perspectiva puedo observar como no deja de lanzar miradas a una joven morena a poca distancia. Creo que me suena del departamento de marketing. No es muy difícil atinar que esa mujer es la amante del Don Gianluca Ferretti. Enzo Ferretti, enfundado en un traje azul marino, da un ligero beso a su novia Cristal. Si ese hombre supiera que tiene a su lado a una mujer increíble desde hace años y no esa Barbie. Y si, no es que sea muy difícil adivinar que mi querida amiga y vecina Camila Hernández esta perdidamente enamorada de su jefe. Sus ojos brillan cuando habla de él, y bueno solo hay que ver su rostro compungido en estos momentos. Trata de ocultar como puede sus lagrimas pero alguna que otra traicionera esta cayendo. Alex Ferretti, tengo que reconocer que es el mas guapo de los hermanos y ese traje en negro lo que queda tan bien y esa mirada fría y azulada como el mar. Pero eso, es frío como el hielo. Tendré que preguntarles a las chicas a que se debe esa frialdad. ¿Y esa chica rubia? Será la pequeña de los Ferretti. Es monísima y ese vestido plateado un must, creo que buscaré uno parecido. Ese debe costar mi sueldo de los próximos tres meses.

Uuuuuh que uñas tan feas, me las tendría que haber pintado. No soy muy usada a ellos pero hoy era el día.

Emma te quieres centrar y dejar de mirar a la gente desde aquí arriba. Ay, ay que me están mirando? Me están mirando. Emma relájate y que empiece el show.

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Y efectivamente, el show a empezado. Celia me tiende su abrigo largo para cubrir mi ropa interior. Solo quiero que la tierra me trague, desaparecer, ser invisible, convertirme en polvo.

Creo que no se puede ser más desastre o gafe que yo. Justo en el momento de empezar el show el fino tacón de mi zapato derecho se ha atrapado con la tela del vestido haciendo que este se raje  entero, mostrando mi conjunto de ropa interior color negro.

Siento su olor y reconozco sus zapatos, están tan brillantes que casi puedo ver mi rostro reflejado en el, estoy hecha un desastre. Alzo mi vista y me siento pequeña a su lado, su semblante esta serio, esta enojado.

- No puedes ser más ridícula. Has quedado mal tu y has dejado por los suelos la reputación de la empresa. No solo eres una interesada, también una exhibicionista. Dime Emma, que has tomado? Alcohol, drogas, las dos cosas?

Mis lagrimas empiezan a brotar, aunque trato de ocultarlos

- Y como siempre, solo sabes llorar.-saca de su bolsillo un par de billetes- Esto te servirá para pagar una sesión de terapia. 

Celia toma el dinero y se lo lanza en su cara.

- Señor Ferretti, no voy a permitir que humille así a mi amiga. Vámonos Emma.

Celia me toma de la mano y me obliga a levantarme. Yo simplemente me dejo guiar. Mis ojos solo miran aquel suelo marmoleado.








Tú Otra Vez ( Saga Amor Destinado #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora