El día del evento benéfico ha llegado y aquí me tenéis probándome el séptimo vestido de fiesta.
Salgo para mostrarle a Martina la nueva opción. Es negro con un profundo escote en V y la pierna al aire.
-¿Este?
- Demasiado zorra.
- No entiendo. Dices que tengo que ir sexy y este te parece demasiado?-Me quejo.
- La clave es sexy, no vulgar. Esta noche vas a destapar a la zorra esa. Tienes que brillar. Cuando entres, los ojos tienen que ir hacia ti. Necesitas un vestido sexy, elegante y sofisticado.
Martina se levanta y empieza a rebuscar de nuevo por la tienda.
- ¿Es necesario?- digo quejosa- Ese estampado de flores me gustaba.
- Ay no- expresa con desdén- Ese es horrible. Me sacaste de la misión espía por mala amiga. La misión destapar a la cerebro de botox es cosa mía.
Varios minutos después Martina me entrega un vestido color burdeos y entro al probador a probarme dicho vestido. Abro la cremallera trasera y deslizo mis pies seguidos de mis piernas desde el escote palabra de honor hasta la parte más baja de la falda. Es ajustable a mi cuerpo, marca a la perfección mis curvas pero no lo siento incomodó, al contrario, me siento cómoda con él. Como puedo trato de subir la cremallera hasta donde mis habilidades contorsionistas me permiten y salgo de aquel pequeño cubículo de 1x1.
- Amiga. Tienes vestido
Saco el vestido de la bolsa y lo cuelgo en una percha para que se arrugue lo mínimo posible. Martina me ha obligado a comprarme unos zapatos a juego y no se como voy a aguantar con ellos toda la noche si estoy deseando quitarme estos botines de ante marrón con tacón de 5 cm.
Y como deseaba desde que llegué a casa me quito los zapatos y me cambio de ropa por algo más cómodo.
Quiero aprovechar el día para terminar uno de los cuadros del estudio. Llevo días sin pintar y mi cuerpo y mente lo ansían.
Miro el reloj de pared del salón, en una hora aproximada será ya la hora de comer. Tengo un salmón de hace algunos días. Así que antes de ponerme a pintar decido prepararlo para hacer al horno.
Marco el temporizador en mi móvil y lo dejo en la mesa de madera vieja del estudio. No sin antes poner en Spotify mi lista de reproducción favorita.
Mi más que lamentable cante de Hello de Adele se ve interrumpido por la horrible melodía de mi teléfono. Limpio un poco el pincel lleno de pintura azul klein y lo dejo en la repisa del caballito de madera. Y yo patosa de mi al ir a coger mi móvil tiro la paleta de pinturas al suelo. Y ta saben, ley de Murphy, la tostada siempre cae del mismo lado de la mermelada.
- Julio- saludo mientras levanto la paleta del suelo- Eres una puta genia Emma.
- ¿Todo bien?
- Acabo de manchar la alfombra de mi casa de alquiler de pintura.
- Sigues siendo la misma chica desastre.- Se ríe y yo bufo, tiene toda la razón del mundo.
- A ver cómo la quito.
- Mi abuela usa sal o algo así. En fin. Te llamo para decirte que Elena tiene que viajar un par de días a la ciudad y yo me he podido organizar para acompañarla.
- Tenemos que vernos- digo eufórica.
- Me lees la mente. Elena esta deseando conocerte.
Hablo un buen rato con Julio y nuestros planes para cuando venga a la ciudad con su prometida.
Tras comerme el delicioso salmón con patatas y verduras al papillote me siento a ver un capitulo de la casa de papel. Estoy a punto de terminar la tercera temporada.
El timbre me interrumpe de mi deliciosa y apetecible siesta de manta y sofá.
- ¿Se puede saber que haces todavía así?-Martina entra a mi casa con un gran maletín y dejando la paciencia en el rellano.- Venga. Venga ve a ducharte tenemos mucho que hacer.- me exige.
- Son las 16. La fiesta no es hasta las 21h.- protesto.
- ¿Cinco horas? Ay no, ay no, ay no. No nos va a dar tiempo.- ¿Qué no nos va a dar tiempo? La de cosas que me da a mi para hacer en cinco horas.
- Es solo darme una pequeña ducha, vestirme, maquillar y peinar.
- ¿Tu sabes lo que se tarda en hacer eso? Ya sé que no estás muy acostumbrada a una rutina de pelo y maquillaje extensa. Veré que puedo hacer con tan poco tiempo- ruedo mis ojos.- Espera un momento. ¿Estás depilada?.
- Si claro. Ahora en la ducha veré si me tengo que repasar algún pelito.
- ¿Y allí a abajo?
- Es lo que te de dicho. Voy a ver si tengo bien depiladas las piernas.
- Me refiero al chocho tonta.
- Mi chico esta perfecto y no entiendo porqué me lo tendría que... Eres una guarra
- ¡Qué! Nunca se sabe.
- Voy a la ducha.
Me doy una ducha bien rápida, me pelo está limpio de ayer mismo.
Me siento al borde de mi cama y con Martina en frente mío dejo que me maquille. Abre el maletín lleno de maquillaje y me dejo hacer. Siento como los pinceles hacen pequeñas cosquillas por mi rostro, es agradable.
Trato de contener las lágrimas. Martina a insistido que pese a llevar rímel y eyeliner waterproof, mejor evitar las lágrimas. Y temo a su amenaza.
- Emma estás preciosa.- dice emocionada.
Me miro al espejo y no puedo creer que esta sea yo. La mujer de vestido burdeos de corte sirena y escote corazón. Mi pelo está peinado con ondas al agua.
El Uber para frente al hotel en el que se realiza el evento. Me despido de la conductora y me adentro hacia el interior por la escalinata de mármol.
Miro la hora en mi reloj y son pasadas las nueve. No han llegado muchos invitados y los que reconozco son trabajadores de Turandot. Mamá tendrá razón en eso de decir que la gente de sociedad debe llegar media hora tarde.
Tengo que reconocer que la cerebro de botox es buena organizando eventos, el lugar es hermoso. Un salón de hotel de estilo minimalista, mesas decoradas en mantelería en blanco y sillas tapizadas de un color distinta cada una, un candelabro en el centro. y lo más hermoso, el techo lleno de luces de colores a modo de inspiración de las piedras preciosas de la firma.
Me encuentro con las chicas, Celia acompañada de Carlos nos ofrecen unas copas de champagne
- ¿Emma, estás lista?- Asiento.
- Ya están aquí- dice Alma
Suspiro, acomodo mi vestido, cojo aire unas cuantas veces y me giro.
Empieza la misión desenmascarar a la Cerebro de botox
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Tú Otra Vez ( Saga Amor Destinado #1)
Romance¿Qué pasaría si años después te reencontraras con el chico del que estabas perdidamente enamorada en tu adolescencia y él jugó contigo? Pues eso me pasó a mi. Max Ferreti era el chico de mis sueños y para él solo fui una maldita apuesta junto a sus...