Tú Otra Vez ( Saga Amor Destinado #1)

Capitulo 42: El inicio de una apuesta

Al final del capítulo os presentaré a dos personas muy importantes a las que habéis acompañado a lo largo de esta historia.

Narra Max:

Voy a matar a Alex, tengo que ducharme y este lleva casi una hora en el baño con su novia.

Golpeo la puerta fuerte, si llego tarde otro día me expulsarán una semana y eso afectará a mi media.

Por fin sale, riendo y besando a Lorena. Pobre chica lo que tiene que aguantar.

-¡Joder por fin!

- Todo tuyo señorito. Oh, antes de entrar pasa un poco de agua. Aún pueden quedar rastros de lo que ha pasado aquí adentro.

- ¡Alex!- Lorena avergonzada esconde su cabeza en el pecho de mi hermano.

Dejo que el agua caliente caiga por mi cuerpo. A mis 17 años, debo reconocer que no estoy nada mal. En el colegio soy todo un playboy. No hay chica que se me resista. Soy irresistible.

Tras salir del baño duchado y acicalado me visto y bajo a desayunar. Arrrrg que asco, mis padres se están besando. Acaban de celebrar hace apenas un mes sus bodas de plata y parecen dos adolescentes.

Me siento en la mesa y me sirvo un poco de las opciones que ha preparado el servicio de desayuno. Hoy hay crepes, me encantan con Nutella o leche condensada

- Hay menores aquí. Valentina se acaba de levantar. Imagínate que os ve así. Apenas es una niña.- Protesto. Llevo un trozo de crepe a mi boca.

- El día que te enamores y encuentres el amor verdadero, no te dará tanto asco Max.- Papá acaricia la nariz de mamá.

- Nunca en mi vida pienso enamorarme. Prefiero disfrutar de la vida.

- Mi amor. Eso no se decide. No es como elegir que fruta te comes. El amor llega cuando menos te lo esperas.- Mamá sorbe delicadamente un poco de su café.

- Cierto cariño. Tú madre y yo cuando nos conocimos no nos aguantábamos. Yo la veía como la hija del servicio y ella a mi..

- Como el niño rico y superficial. Hasta aquella noche de lluvia en la que os quedasteis encerrados sin luz. Me se está película de memoria ya.- Digo frustrado.

Termino de desayunar, aviso al servicio para que recojan los platos sucios y me levanto de la mesa para despedirme de mis padres.

- ¿ Le vas a pedir al chofer que te lleve?

- Mamá, sabes que no me gusta. Prefiero ir en moto yo solo.

- No me gusta que vayas en ese trasto. A saber lo que te puede pasar.

- Mamá tranquila. No me va a pasar nada.- Beso su coronilla. La quiero tanto.- Hoy llegaré tardé. He quedado con los chicos para jugar un partido.

- Llévate paraguas, ha llovido toda la noche y puede que lo haga de nuevo.

- De eso nada Max. Esta noche vamos a casa de los De La Riva. Cuando salgas de clase te quiero aquí.

- Por favor no me hagáis ir a allí, Miranda está obsesionada conmigo. Me persigue todo el rato. Si me ve se va a pegar como una lapa. Y no sabéis lo que es aguantar esa voz tan chillona, es como un taladro que se clava aquí- Marco con mi dedo la cabeza.- y te perfora.

- Vamos a ir todos. De La Riva es un importante inversor en Turandot. Como muy tarde a las seis te quiero aquí.

Con el primer cabreo de la mañana me subo a mi moto con la esperanza de relajarme.

Acelero por la carretera dejando que el aire golpee contra la cazadora de piel negra amortigüe el aire que golpea contra mi cuerpo a tanta velocidad. Me gusta la velocidad, me gusta sentir que voy al limite, tomar riesgos, estar en la linia roja y no caer.