A veces en la vida hay que dejar rencores, dolores del pasado y perdonar para avanzar, volver a confiar, creer y ser feliz.
Y aquí me encuentro hecha un manojo de nervios frente a una puerta de madera oscura casi negra dispuesta a perdonar. Me armo de valor, tomo aire como si me fuera a lanzar a una piscina y aliso las arrugas del vestido negro que visto para llamar al timbre
Escucho los pasos que se acercan. Vamos Emma como lo tienes ensayado en tu cabeza, tu puedes tu puedes. Mierda, mierda y más mierda está abriendo la puerta. Esto es muy mala idea.
- Emma ¿Qué haces aquí?
- Eeeemmmm.- Murmuro.- Perdón. No ha sido buena idea venir.- soy una tonta.
- Se que recibiste las flores
- Y leí las cartas- respondo en un pequeño hilo de voz
Max me invita a entrar. Mientras prepara un par de bebidas yo con las piernas parecidas a un flan miro las fotos expuestas en un mueble.
Max bebe un trago de su copa, yo ni he probado gota no me veo capaz.
- Emma lo de esas cartas. Es todo real. Me arrepiento tanto de lo que te hice y de como te traté ahora. Me sentí la misma basura.
- ¿Sientes lo mismo?- cuestiono armándome de valor
- Si- Me acerca la mano a su pecho y siento el latido desbocado se su corazón. Late tan fuerte como el mío. Es extraño. Da pavor y es reconfortante a la vez.- Y esto solo me sucede contigo.
- Siente- Max coloca la mano sobre mi pecho. Se que siente la misma conexión que yo.
Sin tiempo a reaccionar atrapa sus labios con los míos. No tardo ni dos segundos a responder al beso y me dejo llevar incluso cuando lo profundiza más.
He perdido ya la cuenta de los besos y el tiempo que llevamos en el sofá. Me apoyo contra su pecho y él me abraza por la cintura.
- Tu madre vino a verme- explico.-Max solo me mira- Vino a disculparse- Vino a disculparse y a pedirme que vuelva a Turandot.
- ¿Vas a volver?
- No lo sé. Amo mi trabajo allí y tu familia me dio una oportunidad que jamás pensé tener. Pero siento que no me voy a sentir cómoda. Todos allí creen que fui yo quien vendió los diseños.
- Tu no hiciste nada. Fue Miranda y ya ha sido despedida.
- Lo sé tu madre me lo dijo. Y no creo que su cerebro intoxicado de botox sea capaz de ello. - Max ríe ante mi comentario.- No te rías. Tu te acostabas con ella.
- ¿Celosa?
- ¿De esa? Ni en años. Es plástico puro, anda todo el tiempo meneando el trasero como diciendo. Hey hola mirarme mi culo operado y trabajado por horas con mi entrenador personal. El entrenador de las famosas. Y bueno ya ni hablemos de su voz chillona que te taladra los tímpanos. Yo de ti iría al otorrino.
- ¿Y cuando nos veías juntos?
- Prefiero no hablar. Me da demasiado repelús.
- Y dices no estar celosa.
- Y no lo estoy.- Ni yo me creo esto que acabo de decir.
- Voy a fingir que te creo. Piensa de verdad en la propuesta de mi madre. Eres buena en tu trabajo y tienes talento.
- Lo pensaré- le doy una leve sonrisa y Max me responde con un ligero y tierno beso.
Cantando Vivir mi vida de Marc Anthony llego al edificio en el que vivo pese al dolor de pies por pasarme el viaje entero de pie en tacones, me siento feliz. Saludo al señor Ortiz, un viejo jubilado y viudo vecino del bajo. Se cree el dueño del edificio y no es extraño que una vez por semana nos despierte en mitad de la noche.
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Tú Otra Vez ( Saga Amor Destinado #1)
Romance¿Qué pasaría si años después te reencontraras con el chico del que estabas perdidamente enamorada en tu adolescencia y él jugó contigo? Pues eso me pasó a mi. Max Ferreti era el chico de mis sueños y para él solo fui una maldita apuesta junto a sus...