- ¡Ay arde!- se queja Max mientras aplico sobre su labio ensangrentado un algodón empapado en alcohol. Es como un niño pequeño.
- Eso te pasa por irte peleando por allí.
- Encima que te defiendo de ese imbécil.-En eso tiene toda la razón. Si no fuera por él a saber hasta donde habría llegado el idiota de Hugo.
- Gracias. Solo te pido que si vuelves a verlo no le pegues.
- De eso nada. Pienso despedirlo.
- ¿Estas loco?
- No. No quiero en mi empresa a alguien así. Alguien que trate a una mujer como si de un objeto se tratase y no entienda que no es no- Ja, y lo dice él.
- Un poco hipócrita de tu parte que digas eso.
- Emma, nunca me he acostado con una mujer si ella no quiere y solo he llegado hasta donde ellas estén dispuestas. Ante todo soy un caballero. Nunca jugaría con ninguna.
- Eso es mentira- las lágrimas empiezan a bajar por por mis mejillas al recordar el dolor que aún me produce esa época pese al tiempo que ha pasado.
- Si lo dices por lo de la apuesta, déjame decirte que es el peor error que he cometido en mi vida. No hay día desde que te fuiste en el que no me lamente por todo el dolor que te causé. Sabes- su voz se empieza a quebrar. Bebe un poco del agua que le serví al llegar a mi apartamento- nunca había sido tan feliz como cuando estábamos juntos. Esos meses fueron los más maravillosos y felices de mi vida. Yo era inmaduro y no fui consciente de lo mucho que te amaba hasta que te perdí.
- No sigas por favor.-suelto entre sollozos.
-Necesito hacerlo Emma. Llevo tantos años callando. No me prives de eso. Luego si quieres me hechas de tu casa.- hago una seña para que siga- Esa noche en el baile estaba tan nervioso. Tu estabas espectacular con aquel vestido rojo palabra de honor, siempre ha sido tu color, tu larga melena ondulada cayendo hacia un lado. Sentía un nudo extraño en la barriga, estúpido de mi creí que eran los nervios por dejarte en evidencia ante todo el mundo. Hasta que el proyector se encendió y se proyectó aquel video. Me sentí el ser más miserable del planeta. Ver como todo el colegio de reía de ti, ver tu rostro descompuesto lleno de lagrimas fue el peor error que pude cometer.
- No sabes lo humillada y estúpida que me sentí. Esa imagen se repitió en mis sueños durante años.
-Lo siento. Perdóname. Si pudiera volver atrás lo haría.- miro su rostro, sus ojos están hinchados y rojos de las lagrimas derramadas. Su dolor y su pesar son reales aunque no puedo perdonarlo.
- No se puede volver el tiempo atrás. Cuando te rompen el corazón el tiempo lo cura pero siempre queda una cicatriz.
-¿Eso significa que nunca me vas a perdonar?
- Significa que me dañaste muy fuerte aquí- coloco su mano encima de mi pecho- y no puedo confiar en ti.
- Voy a demostrarte que puedes confiar en mi.- Expresa con mucha seguridad. Lo veo tan difícil.
- Te lo tendrás que ganar mucho.
Cierro el libro, Las ventajas de ser un marginado. Una recomendación de Alma. Es el vivo reflejo de mi época de estudiante y en estos momentos no ayuda.
Ver las lágrimas de Max, su arrepentimiento tan sincero por nuestro pasado no hace más que despertar viejos recuerdos que tenía o creía tener enterrados.
Creí que para el solo fui una estúpida apuesta y no me quiso. Pero esta noche al ver sus lagrimas me percaté de que él si me amó de verdad y su determinación a que aceptara su perdón.
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Tú Otra Vez ( Saga Amor Destinado #1)
Romance¿Qué pasaría si años después te reencontraras con el chico del que estabas perdidamente enamorada en tu adolescencia y él jugó contigo? Pues eso me pasó a mi. Max Ferreti era el chico de mis sueños y para él solo fui una maldita apuesta junto a sus...