Siento unos besos en la curva de mi cuello, su aroma inunda mis fosas nasales. Me vuelve tan loca. Sólo él me hace sentir tanto física y sobretodo emocionalmente.
- Mi amor. Emma. Vamos, tenemos que ir a desayunar. Brenda a preparado gofres.-Ay que bien unos gofres con chocolate por encima y nata. Aaaarg, nata no. Me dan nauseas solo de pensar lo.
- ¿Me traes uno?- Abro los ojos y lo miro mientras hago un mohín.
- Te están esperando para desayunar. Venga vamos.- Me tiene su mano y me rehusó.- ¿Qué te pasa?¿ Aún sigues enfadada?- Asiento.
- Me dolió como jugaban con mi embarazo. Como si ni les importara ser abuelos.
- Emma. No creo que lo hicieran con mala fe. Sabes cómo es tú madre. Bueno no te ofendas pero es un tanto especial- Un tanto? Es el ser más especial de este mundo.
- Se como es mamá. De papá no me esperaba esto. Me sentí como si nuestro bebe le diera igual.
Unos golpes interrumpen nuestra conversación. Max me da un ligero beso en los labios y se levanta para abrir. Es papá, lleva su vieja bata de cuadros.
- Cariño. ¿Podemos hablar?- Siento la mirada cómplice de Max. Asiento.
- Os dejaré solos.
- No te comas todos los gofres- Niega entre risas por mis palabras.
Me incorporo a la cama, papá se sienta a mi lado. Se le ve algo apenado y afligido.
- Cielo. Quiero disculparme por mi actitud anoche. Hasta que Brenda no me abrió los ojos, no me hice a la idea. Voy a ser abuelo.
- Me dolió mucho. Sentí que te daba igual. Y bueno a mamá también. Cuando la vea le pienso decir unas cuantas cosas.
- Cuando sepa que es cierto le va a dar algo. Según ella es demasiado joven para ser abuela.
- Dice que el día que alguien le diga abuela. Ese día le empezarán a salir arrugas.- ambo soltamos una carcajada. Mi madre lleva años con arrugas y en vez de llevarlo con orgullo como un proceso de la vida y de la mujer. Acude a su cirujano.
- Me perdonas?
- Claro que si.
- ¿Puedo?- Pregunta señalando mi barriga.
Tomo su mano y la llevo a mi vientre. Aún esta totalmente plano. Bueno tengo el michelín traicionero de siempre. Ni mas clases de spinning ll quitan. Al final le he cogido cariño y todo. No me puedo imaginar cuando mi barriga empiece a crecer. Sentir sus movimientos, sus patadas.
Miro a mi padre, sus ojos estaban totalmente rojos tratando de contener la emoción. Solo puedo mirarlo a los ojos y abrazarlo.
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Mañana de compras. Brenda a insistido en que la acompañe a la ciudad a comprar. Voy aprovechar para mirar algo de ropa premamá. Celia se ha comprado algunos pantalones. El resto ha tratado de usar ropa o comprarse ropa mas ancha. Esa también esa mi idea, es la mejor manera de aprovechar.Bajamos del coche y nos adentramos al centro comercial, es un alivio sentir el fresquito del centro comercial. Hoy está haciendo bastante calor y este ambiente más fresco se agradece.
Entramos a una zapatería. Brenda me comenta que lleva algunas semanas buscando unas sandalias. A mi me llaman la atención unas sandalias trenzado en color natural, de esparto con un poco de plataforma. Tomo uno de los zapatos y lo observo, realmente me gusta mucho.
- ¿Cual es tu numero?- Me pregunta una dependienta.
- Oh, no, no. Solo estoy mirando.
- Vamos Emma. Pruébate los zapatos.- Insiste Brenda.
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Tú Otra Vez ( Saga Amor Destinado #1)
Romance¿Qué pasaría si años después te reencontraras con el chico del que estabas perdidamente enamorada en tu adolescencia y él jugó contigo? Pues eso me pasó a mi. Max Ferreti era el chico de mis sueños y para él solo fui una maldita apuesta junto a sus...