RIGHT NOW. © +18 (T.2 BEFORE) (DARYL DIXON)

42. recuerdos y muerte

Daryl me observa de manera fascinada, como si no pudiese creer lo que sus ojos ahora mismo están viendo.

Nos encontramos ambos con nuestros cuerpos desnudos. Él está arrodillado frente a mi cuerpo, acariciando cada extremo de mi piel, observándome con una sonrisa mientras muerde su labio inferior.

— ¿Por qué eres tan preciosa, Jules?

— Me gustaría saber lo mismo de ti, cariño.

Extiendo mi mano con el fin de tocar su miembro erecto pero no me lo permite. Sostiene con fuerza mi muñeca, provocando que aquella mano con la cual le quise tocar, termine justo por sobre encima de mi cabeza.

Aplasta de su cuerpo un poco, intentando que su abdomen no se pegue tanto al mío. Me causa ternura la manera en la cual quiere proteger a nuestra muchacha y es increíble verlo así, cuando hace unos años atrás, podría haber pensado que le daría totalmente igual.

— Quiero deleitarte. — digo haciendo un puchero en mis labios. Él me besa con cautela y saborea mis gruesos labios, soltándome, acariciando mi cabello.

— Yo ya mismo quiero hundirme en ti. — y sin previo aviso, él lo hace.

Me penetra tan fuerte que yo gimo lo más que puedo y clavo mis pies contra su redondo y pequeño trasero.

Gruño sobre su oído, muerdo de su lóbulo y aprieto mis uñas contra su estrecha espalda, dedicándome a no tener que hacerle ningún tipo de daño.

Daryl se mueve de forma rítmica, entrando y saliendo una vez de mi sexo. Le tomo la cara con ambas manos y los dos nos observamos con lujuria y deseo, grabando sobre nuestras mentes el color que nuestros ojos llevan ahora mismo.

— No pares, por favor. — ruego con mi voz jadeante y extasiada.

Se dedica a concentrarse en las estocadas, por lo que él me permite ser completamente suya, de pies a cabeza.

Lleva sus manos hacia el cabezal de la cama para sostenerse mucho mejor. Tiro mi cabeza hacia atrás, cierro mis ojos y me dejo llevar por el placer, disfrutando a gran sobremanera.

— Mírame. — suplica con su voz excitada. — Quiero verte mientras te cojo.

Sus palabras sucias provocan muchísimo más éxtasis en mi, al punto en el cual me muevo al mismo ritmo que él para que todo sea complejo.

— Me gusta como lo haces. — gimoteo, mordiendo mi labio inferior.

— Joder... — está sudando, e incluso las gotas que caen por su frente, confirman en que ahora mismo está por explotar.

Sin embargo, de un momento hacia el otro, apoya a sus manos sobre mi almohada, se queda levemente quieto y mira hacia un costado.

Con mi ceño fruncido, acaricio su rostro, esparciendo su sudor por la piel, obligándole a que me mire.

— ¿Que pasa? ¿Ya te haz corrido?

— La intrusa no me deja concentrar. — dice bajando su cabeza hacia mi vientre abultado. Me río, negando. — Estoy como loco, pero realmente me complica las cosas, Jules.

— Ven. — lo empujo un poco para que se salga de mi, por lo que él se tumba sobre la cama y pasa varias veces las manos por su rostro.

Me subo hacia su regazo, pero en vez de estar ambos frente a frente, en realidad, yo le entrego mi espalda, y por supuesto, también una perfecta visión a mi trasero.

Sujeto a su miembro erecto entre mi mano derecha, rozo de su glande por mi clítoris y en menos de un segundo, nuevamente lo introduzco dentro de mi.