No han dejado que fuese en busca de mi hijo.
Ahora mismo, me encuentro sola. Completamente sola, en la habitación de él, recostada sobre su cama, observando la luz del día por la ventana que está justo en frente de su cama.
A veces el clima se acopla a tus estados de animo. Si lo piensas en frío, pareciera que todo es a propósito, cuando en realidad, puede ser por pura coincidencia.
Desde ya hace un rato que está lloviendo. Las gotas caen a borbotones, empañando de tal forma el cristal de la ventana, imposibilitando de tal forma que yo pueda ver con claridad lo que sucede fuera.
El olor de Jackson inunda mis fosas nasales, por lo que es de esta forma, la única forma que tengo de poder estar cerca de él.
Mi cabeza no para de dar vueltas y vueltas. No puedo parar de pensar en donde es que él ahora mismo podría llegar a estar.
John será lo que será, pero no creo que pueda ser capaz de hacer cualquier semejante locura, aunque a estas alturas del partido, nada me sorprendería. Y eso es lo que más miedo me da. El hecho de que la locura que abunda por su cabeza lo lleve a hacer cosas incoherentes.
La puerta de la habitación empieza a chirriar. Miro de reojo, notando como esta misma se abre con lentitud, mostrando de tal forma como el cuerpo de Maggie Rhee entra, con una bandeja que tiene un plato de comida y un vaso con zumo en sus manos.
— Hey. — dice ella. Yo me acurruco más en la cama, poniéndome en posición fetal, brindándole mi espalda. — Jules.
— No quiero hablar, Maggie. Necesito que te vayas.
— No hace falta que hablemos, Jules. Pero necesitas comer.
— Tengo el estómago cerrado. Gracias de todas formas.
— Sabes que van a encontrarlo. Para tu fortuna, tienes a una persona que rastrea mejor que nadie. Ya ves como han encontrado a la hija de Christopher.
— ¿Y eso que tiene que ver, Maggie? — me doy la vuelta, sentándome en el borde de la cama, fulminándole con mi mirada. — Dime, ¿que es lo que tiene que ver?
— No creo que tu padre le haga daño al niño. No sería capaz de hacerlo, Jules.
— ¿Tú realmente piensas eso, Maggie? Abre los ojos, joder. Ha amarrado a la niña. Le puso una cinta en su boca. ¿Como quieres que piense luego de lo que le ha echo a ella, eh?
— Sé que diga lo que diga no va a tener sentido para ti en este momento. Pero por más que haya echo eso, la niña a pesar de todo no tiene ni un solo rasguño. Creo que te debes centrar en eso.
— Sea como sea, ahora mismo nadie sabe dónde está. Es claro que lo llevará hacia otra parte y posiblemente actúe con precaución para no dejar pistas, porque sabe perfectamente bien que Daryl rastrea. ¿Tú vas a consolarme cuando yo no tenga más en mis brazos a mi hijo?
Maggie deja la bandeja con comida en la pequeña mesa de noche de Jax, para de tal forma arrodillarse delante de mi, tomarme de la cara y sonreírme apenas, como si fuese una clase de aliento o algo así.
— No me gustaría nunca estar en tu lugar. Te entiendo ahora mismo. Entiendo que estés así simplemente también porque no puedes hacer nada al respecto.
— Ellos no me dejan. Sabes muy bien que yo ahora mismo estaría allí fuera, buscándole.
— Pero si no te dejan, simplemente es porque no estás en condiciones, y porque ahora mismo, no solo debes pensar en ti, Jules.
— Quiero que esté aquí conmigo. — mis labios forman un puchero y nuevamente la vista se me nubla ante las lagrimas que se acumulan en mis ojos. — Me arrepiento demasiado de haberle tratado mal anoche. Me siento una mierda de persona, Maggie. No quise, créeme que no quise ser así.
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RIGHT NOW. © +18 (T.2 BEFORE) (DARYL DIXON)
FanficCuando crees que todo acabó, cuando piensas que ya nada será como antes, algo o alguien te impide que sigas creyendo en aquello, y te arruina todas las expectativas. Pues a mi me hizo eso él. Y sí, las arruinó. Pero las arruinó de la mejor forma pos...