56. nacimiento

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Han pasado varios meses desde el cumpleaños de Jackson.

Ya el verano se ha ido y el frío comienza a hacerse ver.

El clima no ha sido lo único que ha cambiado, sino que mi barriga también.

Está a punto de explotar.

Siddiq ha estado controlándolo todo y, para mi fortuna, todo marcha con perfección.

Daryl ha practicado bastante tiempo con él, incluso a veces por las noches, quedaba despierto con el fin de leer para informarse y querer saber cada día un poco más.

Piensa en que él será quien traerá a Alanna al mundo, y si bien no lo veo algo que esté mal, me da un poco de miedo.

Entiendo que quiera ser el único en tener que recibir a nuestra pequeña, pero aún hay cosas que le faltan por saber, y estamos a días de que nazca.

Últimamente estuve teniendo horribles contracciones que me hacen sacar lo peor de mi, y a causa de eso, Siddiq creyó que tal vez sería útil poder caminar una vez al día al menos por una hora.

Eso es lo que ahora mismo estamos haciendo con Daryl, quien me sostiene fuerte de la mano y me advierte de cada lugar en el suelo de tierra, donde hay probables pozos o ramas que podrían llegar a hacerme caer.

Hace menos de una semana, el pequeño Hershel nació.

Apenas le vi, sentí un nudo en mi garganta.

Es el fiel reflejo de su padre, Glenn Rhee.

En el cumpleaños de Jackson, Maggie intentó hablarme. La verdad es que al principio me negué rotundamente, sin poder olvidar todo lo que por su parte tuve que lidiar a medida que el tiempo iba pasando.

Luego del pastel que mi Carol y mi abuela le prepararon al pequeño, quien con mucha emoción sopló de sus velas y luego comió varias porciones de él, Maggie insistió en querer estar en un lugar a solas, ya que había cosas que debía decirme con urgencia.

Le pedí un consejo al padre de mis hijos y él fue quien me convenció en que debía darle una oportunidad al menos para escucharle. Entonces, lo hice.

Me pidió perdón. Se sintió ridícula por todo lo que me hizo vivir y claramente se dio cuenta de que no estaba para nada bien juzgarme por ser hija de una persona que, a fin de cuentas, ni yo comparto sus mismos pensamientos.

No fue fácil volver a formar una relación amistosa con ella, pero de todos modos, ahora somos amigas, e incluso he llegado a cuidar al pequeño Hershel una noche, donde ella se sentía demasiado mal y todos sus nervios se los transmitía a él.

Fue mucha sorpresa tener que ver a Daryl con un pequeño en sus brazos. Incluso llegué a emocionarme al escuchar como le cantaba una canción de cuna, tranquilizándolo luego de un llanto desconsolado, meciéndolo y cantándole con pequeñas palmaditas en su pañal.

— Debo decirte algo. — dice de repente el ballestero, sacándome del trance en el cual estaba metida.

Le miro, con mi ceño fruncido.

— ¿Es grave?

— Depende como lo tomes.

— Suéltalo.

— Bueno... Digamos que le he dado el permiso a Rick para que castigara a Jackson.

Jax ahora mismo se encuentra en Alexandria, bajo el cuidado de su tío preferido.

— ¿Y eso por qué? — pregunto casi riendo.

— Yo he aprobado aquello luego de enterarme el por qué de todo.

RIGHT NOW. © +18 (T.2 BEFORE) (DARYL DIXON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora