Mis manos apretaban con fuerza de las lisas sábanas que se encontraban bajo mi cuerpo, mientras sentía al sudor recorrer toda mi piel, principalmente mi frente. Hace calor, mucho calor en Hilltop, y más en este momento que estoy viviendo ahora mismo.
Con fuerza presiono a mi labio inferior con mis dientes, ahogando los gemidos de placer que se escabullen por mi garganta, mezclándose con el sonido del choque de su cuerpo con el mío.
— ¿Te gusta, eh? — Shane me toma de la mandíbula, mientras mis piernas se encuentran flexionadas a cada lado de sus muslos, con él arrodillado penetrándome. Yo simplemente asiento con mi cabeza, preparándome para el cuarto orgasmo que tendré en esta noche. — No. Responde.
Odio que me lo pida, y no porque me dé vergüenza, sino más bien porque... me recuerda a otra persona que ni siquiera merece la pena ahora mismo traerlo a los recuerdos de mi mente.
— Me encanta que me hagas tuya. — gimo, elevando mis caderas, acompañándolo al ritmo de las embestidas. Veo como muerde su labio inferior ahora él, para bajar la mano desde mi mandíbula hacia mi cuello, y empezar a presionar con fuerza, provocando que mi respiración se dificulte un poco más. Yo llevo a mis dos manos a su brazo, apretando levemente de él.
— Sh, sh. — sisea, tumbándose sobre mi cuerpo mientras sigue penetrándome. Su pecho se pega en los míos, mientras me obliga a que mis pies presionen contra su duro y formado trasero. — Me encanta verte así. — se embiste cada vez más fuerte, y ahora tapa a mi boca con su otra mano, mientras sigue presionando cada vez más fuerte a mi cuello. — Siendo mi puta nena sucia. ¿Lo sabes? — asiento con algo de dificultad, sintiendo que cada vez más se me complica poder respirar. — No asientas con la cabeza. — palmea apenas mi mejilla, para luego poner firme mi rostro y meter a su dedo pulgar sobre mis labios. — Chupalo como te gusta hacerlo con mi polla. Imagina que ahora mismo la estás chupando a ella.
— Shane... Sué-suéltame.
— Te estoy pidiendo algo. — sus estocadas son cada vez más rápidas y sumamente rudas.
Puede que me guste este tipo de cosas, con él a veces lo hacemos cuando estamos sumamente excitados, pero ahora mismo... no me encuentro con ganas de tener que soportar estas cosas. Y además, está muchísimo más rudo que otras veces. Su mirada es imponente, gélida, autoritaria. Se podría decir que está como... ¿enfadado? No lo sé. Pero por más que acostumbre a hacerlo, no voy a dejar que me pase por arriba como si yo fuese simplemente su puta personal. Porque soy mucho más que eso. Y si le pido algo, por más que no le guste a él, creo que debería respetarme.
— ¡Que me sueltes, joder!
Logro que lo haga cuando empujo con mis manos a su duro pecho, apartándolo abruptamente de encima de mi cuerpo. Su rostro está rojo como un tomate, y yo me siento sobre la cama, poniendo a mis manos a cada lado de mi cuerpo, sosteniéndome con fuerza, recuperando todo el oxigeno que él me había impedido poder tener.
Mi cuello me duele como si me hubiesen puesto una soga y tiraban de ella para ahorcarme. Con dificultad, comienzo a toser, sintiendo como mi garganta duele al hacerlo. Realmente no me esperaba que Shane actuara de tal forma.
Como antes decía, él y yo acostumbrábamos a tener sexo así. Salvaje, desenfrenado. Y todo comenzó cuando en el inicio de nuestra relación, él actuaba siendo demasiado tierno. Pues no follábamos, hacíamos el amor. Y yo... yo necesitaba más. Entonces, un día se lo pedí, y desde aquel entonces, a veces hacemos el amor, y otras veces simplemente follamos como ahora mismo estábamos haciéndolo. Pero jamás me tomó del cuello. Jamás se atrevió a hacer semejante cosa.
Palmadas en mi culo, jalones en el pelo, penetraciones duras, o incluso tomarme de las muñecas para impedir que lo toque, todo aquello es lo que acostumbramos hacer. ¿Que me ahorque? Jamás lo hizo. Y claramente, no me ha gustado para nada.
ESTÁS LEYENDO
RIGHT NOW. © +18 (T.2 BEFORE) (DARYL DIXON)
Fiksi PenggemarCuando crees que todo acabó, cuando piensas que ya nada será como antes, algo o alguien te impide que sigas creyendo en aquello, y te arruina todas las expectativas. Pues a mi me hizo eso él. Y sí, las arruinó. Pero las arruinó de la mejor forma pos...