RIGHT NOW. © +18 (T.2 BEFORE) (DARYL DIXON)

58. abuelo

— Wow. ¿Realmente tú eres el padre, Daryl?

Hemos llegado a Alexandria.

Hilltop, Oceanside, y el Reino, llegaron a un acuerdo para poder reunirnos en este día, simplemente para conocer a la pequeña Alanna, y también, para ver al pequeño Hershel.

Maggie sostiene en sus cuidadosos brazos a mi pequeña, quien se encuentra con un chupete en su boca, dormida, gracias a todos los cielos existentes.

Hemos pasado una semana un tanto... agitada.

No fue fácil a decir verdad. Ni para mi, ni para Daryl tampoco.

De hecho, hoy he despertado con tal mal humor, al punto en el cual ha provocado que iniciara la primer pelea con Daryl, desde el nacimiento de Alanna.

Y cuando me refiero a pelea, significa en que ni siquiera nos estamos hablando.

No sé que fue lo que ha sucedido en mi cabeza desde la mañana. Simplemente desperté con ganas de no levantarme de la cama. Los chillidos de Alanna han hecho que todo mi mal humor se intensificara aún mas, aturdiendo a todos mis sentidos.

Daryl dormía. Luego de una semana, dormía profundamente. Si un camión pasaba por su lado, tocando su claxon una y otra vez, él ni siquiera iba a ser capaz de estar enterado.

Y creo que eso ha hecho que me irritara.

Aunque la máxima razón, fue ver a Alanna a su lado, en el borde de la cama, sacudiendo a sus pequeños brazos, desesperada por amamantar a mi pecho.

Inmediatamente me levanté, de muy mala hostia, tomándola con cuidado en mis manos.

Al principio no aceptaba mi pecho. Mi cuerpo se tornó caliente, sudado, desesperado por no saber que hacer. Ni siquiera el primer día de nacida lo había rechazado, ¿pero esta mañana si? Joder.

Lloraba, chillaba, no paraba de mover a sus brazos, y yo lo único que quería era escapar lejos, sola, sin absolutamente nadie.

Solo yo.

¿Es egoísta pensar así cuando tienes a un niño en tus brazos, fruto de tu vientre?

¿Es egoísta querer escapar por algunos segundos de la realidad, y volver a tener aquella vida que posiblemente tenía a mis dieciséis, cuando solo dependía de mi y de ningún niño ni pareja?

Al mirarla a sus pequeños ojos, los cuales estaban intentando tranquilizarse, tomé una bocanada de aire y por fin aceptó mi pecho.

Tomó de él con desesperación, su respiración era agitada y su pecho subía y bajaba con rapidez.

¿Daryl?

Pf.

Seguía en su máximo y tranquilo sueño profundo.

Al ir hacia la sala, allí estaba Jackson. Con todo su rostro lleno de pintura roja, verde y amarilla, mientras que sus manos ensuciaban el mantel de la mesa de madera donde todas las noches cenamos.

Mi humor empeoró.

Le pregunté que era lo que estaba haciendo, y con aires superiores y superados, se encogió de hombros, me dio una mirada obvia y se rió.

¿Que piensas que estoy haciendo, mamá? ¿Escalando una montaña?

Cuando era pequeña, recuerdo que Paul le respondió así a Elizabeth. No fue la misma respuesta, pero si fue cínico.

Creo que, durante toda mi infancia y lo poco que recuerdo de ella en aquella casa, fue la primera cachetada en el rostro de mi hermano mayor, el cual luego de eso, jamás volvió a responder de la misma manera.