RIGHT NOW. © +18 (T.2 BEFORE) (DARYL DIXON)

41. before

Daryl ha detenido el coche justo en medio del bosque.

Le miro prácticamente sin entender de que va todo y él, abriendo el salpicadero, quita su pañuelo rojo, tomándolo desde sus extremos.

— ¿Para que es eso?

— Para taparte los ojos. — dice con tono obvio. Frunzo mi ceño. — ¿Que?

— ¿Realmente es una sorpresa?

— No te quejes, Julianne. Cosas como estas no van a pasar todos los días, así que aprovecha el momento si no quieres que me arrepienta.

Mi corazón salta de la alegría dentro de mi pecho pero yo intento lucir lo más calma posible.

Es por aquello que entonces me giro rápidamente para dejar que él coloque el pañuelo sobre mis ojos y ate del nudo en la parte trasera de mi cabeza.

Se asegura en ajustarlo bien para que yo no pueda ver absolutamente nada.

— ¿Aprieta mucho? — me pregunta sobre mi oído, provocando que toda mi piel se ponga de gallina.

— Esta... esta bien. — respondo atontada, intentando controlar a mis hormonas.

— Bien. Debo conducir un poco más hacia el lugar donde es la sorpresa. Mantente en silencio, ¿esta bien?

— ¿Mantenerme en silencio es parte del plan?

— Algo así. — sonrío, volviendo a acomodarme sobre mi butaca.

Su mano se deposita sobre mi muslo y acaricia con lentitud de él. Yo decido poner la mía sobre su dorso y le acaricio despacio, sintiendo el calor que desprende de su piel suave.

— ¿Haz pensado sobre lo que te he dicho del Reino?

— Algo así. — responde a mi pregunta. — Pero hay muchas cosas que debemos decidir juntos. Jackson también debe estar de acuerdo. — asiento con mi cabeza. — Sin embargo, quiero lo mejor para ambos. O bueno... para los tres. — sé que hace referencia a lo que ahora mismo crece dentro de mi vientre y sonrío con alegría por aquello.

Conduce un poco más hasta que siento que el coche se detiene por completo, al punto que apaga de su motor.

Escucho como sale de su lado de piloto y cinco segundos luego, abre de mi puerta y me ayuda a salir de ella.

— Bien. Camina con cuidado. — me toma de las caderas por detrás y me ayuda a caminar lentamente.

— ¿Estamos en el bosque? — pregunto tras sentir como mis pies pisan de las ramas y hojas resecas en el suelo. Él asiente con un sonido gutural.

— Detente. — ordena. Yo lo hago inmediatamente. — Cuando te diga, te quitarás el vendaje. Solo espera aquí.

— ¿Donde vas, Daryl?

No responde. Solo escucho como sus pasos se alejan, dejándome completamente sola.

¿De que se trata todo esto?

Ya los nervios me están jugando una mala pasada.

Esto me pone muy nerviosa, y si no fuese porque conozco como se pondría en el caso de quitarme el vendaje sin su consentimiento, ya me lo hubiese quitado hace tiempo.

Mi cuerpo se sobresalta apenas en cuanto escucho el sonido de una puerta cerrándose.

Juego con mis dedos nerviosos y siento que las palmas de mis manos sudan a gran escala. Mis piernas tiemblan como gelatina y estoy intentando mantener la calma latente.

— Ahora, Jules.

Con cuidado llevo mis dedos hacia el nudo del vendaje y comienzo a desatar de él lentamente hasta lograr que se desprenda por completo.