RIGHT NOW. © +18 (T.2 BEFORE) (DARYL DIXON)

75. cumpleaños y doble regalo

Dos meses luego.

Verle a Daryl dormir plácidamente en un día de invierno como el de hoy es de las mejores vistas que una mujer podría tener.

Su cuerpo se encuentra boca arriba. Tiene un brazo detrás de su cabeza, y el derecho lo tiene reposado sobre mi estómago, asegurándose en que yo no me escape de su lado.

Fueron dos meses intensos, con muchísimos retos para nosotros.

Daryl pasa la mayor parte del tiempo fuera, junto a Rick y gran parte de las comunidades en la construcción del puente que fue destruido hace tiempo atrás, aún siguiendo con aquel trabajo que por el momento, está por la mitad.

También, tanto el padre de mis hijos como Merle, son quienes están haciendo un duro trabajo en el Santuario, donde aún algunos Salvadores piden por la presencia de mi padre, exigiéndoles a ellos que regrese.

De todos modos, a pesar de la presión y el estar todo el tiempo fuera, intenta estar lo más rápido posible en nuestro hogar para pasar tiempo con nosotros, y además, ayudarme.

Desde la partida de Christopher, todo fue un reto en nuestras vidas. Los primeros días fueron complicados. Demasiado complicados.

Nate estuvo como por una semana sin poder dormir bien. Mencionó la palabra "papi" más de diez veces al día, estuvo fastidioso, la primer semana apenas quería comer, tenía muchos episodios de caprichos y llantos desconsolados, al punto en donde yo también lloraba con él por no poder controlar la situación de manera correcta.

Daryl fue de gran ayuda, junto a Dominic, Merle, los Grimes, e incluso Carol.

Todos han puesto un grano de arena para no dejarme a mi con la responsabilidad de, no solo él, sino que también de su hermana mayor.

Phoebe... joder. Ella fue y es un reto para mi.

Al día de hoy su relación conmigo no es de las mejores. Yo jamás he desistido, ni tampoco lo haré. A veces me frustro por no conseguir la relación que aspiro a tener con ella, pero sé que todo es cuestión de tiempo. No es para nada fácil lo que tuvo que atravesar.

De hecho, cuando fue el entierro de Christopher, quien estuvo al lado de la sepultura de Tessa, ella estuvo solo unos minutos. No dijo ni una sola palabra, no lloró, se demostró inexpresiva, gélida y completamente ida.

Recuerdo que Gabriel le preguntó en si quería decir unas palabras y ella miró a Daryl, quien con esa simple mirada entendió en que no era el momento y tampoco tenía que sentirse presionada. Por ese entonces, ambos se apartaron y continuamos con la pequeña ceremonia, la cual tras la partida de ellos, no duró más de cinco minutos.

Desde aquel entonces, ella no quiso visitarlo. Ni a él, ni a su madre.

Con Daryl tampoco le forzamos a que lo hiciera. A pesar de que aún es una niña de apenas ocho años, puede y tiene todo el derecho del mundo en tomar sus propias decisiones, siempre y cuando sean considerablemente correctas.

Su rebeldía conmigo es algo que me duele, y a veces hasta me estresa a gran escala. Hay momentos en donde le veo disfrutar con Daryl, sonreírle, reírse junto a él, sintiendo muchísima más confianza a su lado que conmigo, pero así y todo, no desisto.

Sé que esto es un largo camino, pero día tras día, va mejorando de a poco.

Daryl se mueve apenas en la cama, pero sólo cambia de posición, dándome la espalda, reflejando las cicatrices antiguas que su padre le proporcionó, lamentablemente.

A veces, por mi cabeza, se cruza la idea de pensar en que hubiese sucedido si Will continuaba en este mundo.

¿Habría cambiado para bien?