RIGHT NOW. © +18 (T.2 BEFORE) (DARYL DIXON)

19. hacer el amor

— ¿Todo bien? — me pregunta mi hermano apenas yo me bajo de la moto de Daryl. Él me mira de pies a cabeza, como si estuviese verificando que tenga alguna herida o algo así. Riendo, yo asiento con mi cabeza.

— Claro que sí. Sólo... Teníamos que discutir algunas cosas, pero ya está. Escucha, ¿donde está Jax?

— Encerrado en su habitación. — Daryl, poniéndole la traba a su moto, se para a mi lado, mirando fijamente a mi hermano Paul. — Me ha dicho Caleb que no ha querido comer en todo el día. Que incluso tiró el plato de comida que le han hecho.

— Joder. — rasco mi cabeza nerviosa tras largar un prolongado suspiro.

— ¿Dijiste que está en su habitación?— pregunta Daryl, a lo que mi hermano asiente con su cabeza. — Bien.

Veo como Daryl comienza a caminar hacia el museo, por lo que yo de inmediato empiezo a seguir a sus pasos, caminando a su lado.

— Daryl, es mejor que no. — intento sujetar la muñeca del ballestero, pero él la sacude, impidiendo que yo lo detenga. — Enserio, es capaz de tirarte algo.

— ¿Te piensas que me va a desafiar un niño de cinco años a mí, Julianne? Además, hablas como si yo no tuviese nada de experiencia con Jackson, cuando ya sé perfectamente bien la forma de mierda que tiene de ser. No sé a quien habrá salido a decir verdad. — dice con un tono irónico, provocando que yo me ría apenas.— Ya, joder.

En menos de un minuto, los dos nos encontramos dentro del museo, ya en el primer piso, llegando hacia la puerta de la habitación de él.

Cuando Daryl baja el picaporte, ambos vemos como Jax se encuentra dormido de costado, con una pierna colgando y su boca semiabierta.

Esto me recuerda a Daryl, cuando a veces él roncaba y se mantenía con sus labios así. Definitivamente, de tal palo, tal astilla.

— Espera. — le digo en un susurro a Daryl luego de que él cerrase la puerta. El ballestero me mira con su ceño fruncido. — Quiero que cuando te vea, se sorprenda. Así que tú mantente aquí.— sin decir ni una sola palabra, Daryl asiente con su cabeza. Con lentitud, camino hacia el borde de la cama de mi hijo, mientras con cuidado y suavidad, paso mis largos dedos por su cabello rubio.

Él, lentamente, empieza a abrir sus ojos poco a poco, y dado a que mi cuerpo tapa el de Daryl, él aún no se ha percatado de que por fin ha venido a verle.

— Hola, bebé. — digo con mi voz finita. Jackson cierra sus ojos por un momento, para largar un suspiro por sus labios y mirarme otra vez con sus ojos completamente azules y adormilados.

  — Te extrañé, mami. — dice él en un hilo de voz, provocando que mi corazón se estruje lentamente. — No quiero que te vuelvas a ir y me dejes solo aquí.

— Lo sé, cariño. Yo también te extrañé mucho a ti, ¿sabes? — él asiente con su cabeza, pasando sus dedos por el largo de mi brazo. — Pero... ¿Sabes por qué he salido?

— Porque fuiste al Santuario de Negan.

— Bueno, además de eso... ¿tienes alguna idea de algo? — con su rostro pensativo, él mueve su cabeza en forma de negación. — Es que... bueno, estaba caminando en el bosque, de regreso aquí. Estaba caminando, y caminando, y caminando, hasta que... me encontré con él.

— ¿Quien es él, mami?

— El idiota a quien odias. — pronuncia esta vez Daryl.

Como un flash, como una estrella fugaz, Jax se sienta de golpe en la cama, y cuando mira en dirección hacia donde está Daryl, de inmediato salta de su colchón, corre hacia él y se lanza a sus brazos como si hubiesen pasado años desde la última vez que se han visto ambos dos.