RIGHT NOW. © +18 (T.2 BEFORE) (DARYL DIXON)

39. sentimientos

Daryl se encuentra de pie frente a mi, dado a que estoy sentada en las escaleras del porche de la casa de Carol.

Está apoyado sobre una de las columnas de la casa, mientras fuma de un cigarrillo.

— ¿Puedes hablar conm...

— Cállate, por favor. — me interrumpe, dejándome absorta.

Entiendo que esté enojado. En verdad lo entiendo y no lo juzgo en lo absoluto. Le he ocultado cosas y esta es la reacción que esperaba de su parte, solo...

Solo que me duele por haber sido tan imbécil de no habérselo dicho en su debido momento. Pero es que si lo hacía, las cosas iban a joderse de manera monumental.

Tras Negan haberlo visto a él entrando en acción, se echó a reír y eso provocó que la furia en Daryl aumentara a gran escala. Es por esa misma razón que el ballestero, no solo por la forma que él tuvo de burlarse, sino por también escuchar todo lo que me hizo en el Santuario, fue directamente hacia él y ambos empezaron a pelearse bastante fuerte.

Ahora mismo, la ceja de Daryl tiene un poco de sangre ya reseca. Negan se fue con sus labios y nariz partidas. El padre de mis hijos logró darle una buena y merecida paliza.

— Si no te lo conté fue porque...

— Fue porque siempre me ocultas todo, Julianne. — lanza con brusquedad el cigarro al suelo, y camina hacia mi, quedando a una distancia de pocos metros. — ¿Que? ¿Tenías miedo de que yo fuese directamente hacia él, para yo darle un buen merecido, como el que le he dado hace una hora?

— Si.

— Pues claro que debes tener miedo de eso, porque cualquier persona normal, cualquier persona que se preocupe y te ame a ti, haría eso. Me vale una puta mierda que sea tu puto padre. Tenlo bien grabado en tu cabeza, Julianne. Los genes no significan nada.

— Ya lo sé. Sé que no significan absolutamente nada, pero...

— Pero un carajo. — grita fuerte, al punto de asustarme. — Estás embarazada. Tienes una cría dentro tuyo y además... — suspira, mirando por unos segundos al techo. Cuando regresa su vista a mi, yo trago en grueso, tras notar a su mirada cansada, triste y rota. — Además eres tú, Jules.

— No me ha pasado nada. — me pongo de pie, logrando quedar a su misma altura ante el escalón que estoy parada. Rodeo mis brazos por sus hombros y le sonrío, acariciando su sedoso cabello semilargo. — Estoy aquí, contigo.

— Si, ahora. ¿Pero y la próxima vez, Julianne? No quiero tener que ir a verte a una puta tumba.

— Escucha. Lidio con tres Dixon en mi vida. O bueno, ahora con cuatro. — miro por unos segundos a mi barriga, y él también lo hace. De hecho, pone a sus manos sobre los costados de mi cuerpo, acariciando con las yemas de sus pulgares a mi vientre. — Tú, esta niña, Jax y Merle, me han echo demasiado fuerte desde hace seis años atrás. Sabes que no sería esta clase de persona que soy ahora mismo si no les hubiese conocido a ustedes. Si yo no te hubiese conocido a ti... Daryl, ni siquiera sé si yo sabría que mis padres nunca fueron eso. Apareciste en mi vida y mi mundo dio un giro de ciento ochenta grados. Pero debes confiar en mi.

— Lo intento, pero eres tú quien se empeña en ocultarme las cosas, Julianne. — muerdo mi labio inferior.

— A veces te tengo un poco de miedo. — confieso, en un susurro y cabizbaja.

Él me toma del mentón y me observa con su ceño demasiado fruncido.

— ¿Por qué?

Tomo una bocanada de aire y acerco mucho más a mi cuerpo sobre el suyo.