37. decision

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Y aquí estoy.

Frente al Santuario, con Daryl a mi lado, quien no ha soltado de mi mano desde el momento que nos bajamos del coche.

Le insistí por ir en la moto, pero él, con ese lado tan sobreprotector que tiene, me ha dicho que agradeciera en estar aquí, dado a que en realidad debería de seguir en reposo.

Quien aparece frente a nuestros cuerpos, es Simon, con tres Salvadores más, situados atrás de él.

— Pero miren quien está aquí. La niña predilecta de Negan. — sonríe, lo cual a mi me causa asco.

— ¿Puedes abrirme, por favor?

— ¿Y para qué?

— Quiero hablar con él. Sin embargo, no debo darte explicaciones. ¿Así que puedes tomar el puto walkie y decirle que quiero verlo?

— Si me dices las palabras mágicas, quizás lo haga.

— Joder. — Daryl golpea su puño derecho contra la reja de metal, sobresaltándome apenas. — ¡¿Puedes abrir la maldita puerta, imbécil?!

— Por favor, Simon.

— ¿Lo ven? No era tan difícil.

Lleva su mano hacia el walkie, quitándolo del cinturón de su pantalón, dirigiéndolo de tal forma a su boca, apretando un botón de él.

— Negan.

A los pocos segundos, este mismo responde.

— ¿Que quieres? Estoy en la mitad de un polvo.

Mi cara de asco puede notarse a leguas. Incluso los Salvadores, con Simon incluido, lo notan.

— Tengo un problema en la entrada. O bueno, dos problemas.

— ¿Y eres tan idiota que no puedes encargarte de esos putos problemas por tu propia cuenta?

— Déjame hablar a mi. — digo de inmediato, antes de que Simon continue hablando.

Lo duda por unos segundos, pero sin embargo, accede a lo que le pido.

Vuelve a tocar el botón, llevándolo hacia escasos centímetros de mi boca.

— Supongo que el problema soy yo. El otro, es Daryl. Y si tu estúpida mano derecha no puede resolverlo, básicamente es porque necesito hablar contigo, no con él. ¿Puedes decirle de una puta vez que me deje entrar?

No hay respuesta del otro lado, lo cual realmente me deja inquieta.

— ¿Entonces? — dice Daryl. — ¿Piensas tenernos todo el puto día aquí, o qué?

— Joder. — Simon rasca de su cabello, mirando a los demás Salvadores. — En estos putos casos no logro entender a Negan. Así que si por tu culpa tengo un maldito castigo, pues me vas a tener que deber una. — empieza poco a poco a abrir las rejas, lo cual me hace sonreír apenas, mirando a Daryl, quien aprieta mucho más de mi mano.

Ambos comenzamos a caminar hacia dentro del Santuario, el cual conozco ya a la perfección.

Simon y los demás Salvadores me siguen, de seguro intentando vigilar que los dos no hagamos ninguna locura.

Ojalá supieran que no somos como ellos.

O bueno... a veces podemos serlo. Pero solo cuando tenemos razones justas y necesarias.

— ¿Estas segura de esto, nena?— miro a Daryl, quien me observa algo preocupado.

— ¿Confías en mi? — él menea su cabeza, a lo cual yo le pego en su brazo, haciéndole reír. — Imbécil.

RIGHT NOW. © +18 (T.2 BEFORE) (DARYL DIXON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora