26. encuentro

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Todos están en silencio. Yo puedo escuchar a mi propia respiración, y como la sangre me hierve por dentro de mi cuerpo ante la furia que me genera el tan solo verla allí, vivita y coleando con una sonrisa totalmente cínica en sus labios.

— Ya, vete de aquí. — Daryl quiere ir hacia ella, pero Tessa, con unos tacones impropios para usar en un puto Apocalipsis, haciéndolos resonar sobre el suelo de madera del trailer, camina hacia mi lado, lo que lo alerta tanto a él como a mi hermano. — Eh, te estoy hablando.

— Y yo no soy sorda. — responde, sentándose en la silla que se encuentra al lado de mi cama. — Si que te han dado una buena golpiza, Jules. ¿Tu marido fue quien lo hizo? — riéndose, mira a Daryl. — A ver si empiezas a controlarte un poco, cazador.

— Así vas a terminar tú si no paras de provocarme, imbécil. — digo con mi voz entre dientes, fulminándola con mi mirada.— ¿Que mierda haces aquí? ¿Como supiste de mi, eh?

— Es muy fácil responder a aquello, querida. Hace unos días, Negan me obligó a acomodar algunos juguetes. Yo pensaba que eran para niños que están en nuestro Santuario, pero en lo absoluto fue así. Ya sabes, es mi marido y nos contamos todo. Pues bien, le he preguntado para quien era todos esos regalos, y fue allí donde me confesó que eran para un niño que él apreciaba mucho, pero que pertenecía a otra comunidad, la cual a mi no me incumbía. Al siguiente día, Negan apareció con aquella preciosura. Melena rubia, muy similar a la de tu ballestero, ojos turquesas, preciosos ojos turquesas... Piel blanca como la nieve y con una cara angelical. Me sonaba de algún lado, por lo que me atreví a preguntarle más cosas a mi marido. Ahí, en aquel momento, fue que él me lo contó todo. Entonces... esa misma tarde, te vi a ti entrando furiosa. Quise ir para saludarte y recordar viejos tiempos, pero por normas estrictas que debo cumplir, no pude hacerlo. Escuché que eras de Hilltop, y luego de mucha lucha por poder llegar aquí... pues bueno, aquí me tienes.

— No te metas con mi hijo, ¿te queda claro? — la tomo de su cabello, tirando de varios mechones. Ella se queja apenas y tensa su mandíbula, mirándome fijamente, con la rabia consumiéndole tal como a mi. — Hija de puta. ¿Tú no te cansas, verdad? ¿Cuando mierda será el día que te mueras? Ya ni siquiera te soporto.

— Oh, Jules. Que arisca resultas ser. Y yo que he venido con buenas intenciones a saludarte y recordarte viejos tiempos... ¿esta es tu manera de recibirme? Se nota que nunca haz tenido modales.

Daryl nota que las cosas ya se están por ir hacia otro lado, por lo que de inmediato la toma a ella del brazo y veo como mi hermano se posiciona detrás de él, sujetándolo de sus hombros.

— Escucha, niña. — Daryl habla bien cerca de su rostro. Puedo ver como la furia emana en sus ojos azules. — Tú te llegas a acercar a mi hijo, a ella o a quien sea de aquí, y no me va a importar una puta mierda, pero voy a acabar contigo. Y sabes que soy capaz de hacerlo.

— Y tú también sabes muy bien todas las consecuencias que podrías llegar a tener con eso, cabrón. — dice ella entre dientes, mirándolo con una sonrisa llena de furia. — No me he acercado al pequeño, lo cual lo pude haber echo tranquilamente. No soy tan mala persona, ¿sabes? Así que... — sacude su brazo, logrando soltarse de su agarre. — Cálmate conmigo.

— No me obligues a levantarme de la puta cama. — digo yo, acomodándome mejor entre la almohada y mi cabeza. — Vete porque sino... yo también soy capaz de hacer cualquier cosa.

— Hay una cosa más. — dice ella, girándose para verme. Las manos de Daryl se cierran, formándose en puños. — No creo que Daryl te lo haya contado, pero sin embargo... debo felicitarte. La fingida sorpresa que haz tenido al verme como si nunca antes lo hubieses echo fue genial, Dixon. — yo miro la situación sin entender absolutamente nada. — Jules, como sabrás, tu marido estuvo en el Santuario, siendo un esclavo para Negan. ¿Verdad, Daryl?

RIGHT NOW. © +18 (T.2 BEFORE) (DARYL DIXON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora