— ... No sé. Siento que a ella no le va a gustar esta mierda, pero Rick me obligó a que lo haga. Hace días está así, veinte para ser exactos, y es la primera vez que duerme más de una hora. Ya han pasado doce, y supongo que va a seguir durmiendo de igual forma.
Pues no.
La suposición de Daryl Dixon, es errónea.
Ya me encuentro despierta, pero él ni siquiera lo sabe, y puedo llegar a entender a quien le habla.
O bueno, a quienes mejor dicho.
Hace veinte días tuve el placer de tener mi tan esperado parto natural. Fueron nueve meses complicados, difíciles, pero en los cuales él siempre, absolutamente siempre, me acompañó.
Y soy muy afortunada de aquello a decir verdad, porque jamás pensé que Daryl Dixon iba a formar parte de todo esto en mi vida, mucho menos pensé que iba a soportar tanto. Él ya pudo tomar sus cosas, irse de aquí a la mierda, y dejarme a cargo de dos mellizos que me consumen, literalmente dicho, las veinticuatro horas del día.
No estoy arrepentida, ni tampoco estoy siendo una infeliz de mierda con todo esto, pues es todo lo contrario. Estoy sumamente enamorada de los dos nuevos integrantes en nuestra pequeña familia, así como también estoy sumamente enamorada del hombre que tengo el honor de que sea su padre.
Es la primera vez, luego de su nacimiento, en lo cual pude dormir más de una hora sin interrupciones. Eran las doce cuando me dormí, y ahora ya es de día, y por lo que veo, deben ser las doce también.
Esto es increíble, yo me siento sumamente increíble y satisfecha. Y sé que Daryl tuvo que ver mucho en todo esto, porque con él pasaba exactamente lo mismo. No es el típico padre que se queda dormido y no escucha los quejidos y llantos de sus hijos. Daryl siempre estaba ahí, ayudándome, incluso a veces veía que yo estaba completamente saturada por lo que tenía que tener a los dos pequeños en brazos, sin perder el control ni la cordura, meciéndolos de un lado hacia el otro para intentar calmarlos.
No sé de donde ha sacado tanta paciencia, pero agradezco mucho que sea un tipo responsable, paciente, y que en definitiva, ama a sus pequeños frutos.
— Amo a su madre. — habla nuevamente, y al escuchar esas cuatro palabras, mi corazón estalla de alegría. — Es la única mujer que logró quedarse por completo en mi maldita vida, ¿saben? Pero ni siquiera sé que hace con un idiota como yo. Porque vamos... si hoy despierta y me dice que no quiere estar más conmigo, yo voy a entenderlo. No le diré nada, y a ustedes los vendré a ver todas las veces necesarias que ella me deje hacerlo.
Jamás había escuchado a un Daryl Dixon tan asustado como el de ahora. ¿Enserio logro provocar que piense todas estas cosas? Ahora me siento tan estúpida conmigo misma que me dan ganas de autopegarme para hacerme recapacitar absolutamente todo. ¿No estar más con él? Jamás podría decir eso. Jamás podría siquiera alejarme por dos segundos. Es sólo que la situación me ha tomado de sorpresa, y no pensé que iba a ser tan difícil. Y él, lamentablemente, tuvo que pagar los platos rotos.
No quiero que pase más nada entre nosotros dos, nunca más.
— ¿Sinceramente? No quiero estar más contigo. — digo, aguantando la risa. Puedo sentir como él deja de respirar. Poco a poco, me voy girando, dado a que le daba mi espalda, y mis ojos ven una escena que me enternece de pies a cabeza.
Hay una bandeja en su mesa de noche, con una taza de café, tostadas con mermelada tal como a mi me gustan, un vaso de zumo, y una flor cherokee dentro de una botella con agua.
No sólo es eso lo que me pone así, sino que incluso es ver como él tiene a Alanna en sus piernas, y a Jax en su brazo, ambos despiertos, mirando a la nada misma, ya que claramente, su visión aún no es del todo clara.
ESTÁS LEYENDO
RIGHT NOW. © +18 (T.2 BEFORE) (DARYL DIXON)
FanficCuando crees que todo acabó, cuando piensas que ya nada será como antes, algo o alguien te impide que sigas creyendo en aquello, y te arruina todas las expectativas. Pues a mi me hizo eso él. Y sí, las arruinó. Pero las arruinó de la mejor forma pos...