RIGHT NOW. © +18 (T.2 BEFORE) (DARYL DIXON)

57. recuerdos

Daryl se encuentra caminando con lentitud de un lado hacia el otro.

Nuestro pequeño sol, quien nació hace apenas unas horas, está sobre sus brazos, siendo mecida por él, quien sisea en un susurro, sin quitarle los ojos de encima.

— Creo que ya está completamente dormida, Dixon.

El ballestero solo revolea sus ojos y se encoge de hombros, sin más.

— Deberías terminar tu cena. Apenas has tragado dos bocados, Julianne.

Su tono es serio y autoritario.

Sé que si no obedezco a su petición, será un signo de pelea, y realmente eso es lo que menos quiero.

Tomo los cubiertos en mis manos, corto otro pedazo de carne, mezclándolo con la ensalada de papas con huevos duros, para así disfrutar del increíble sabor en mi boca.

Luego de lo sucedido con Jax, Paul aprovechó en tener que estar enterado de todo para llevárselo fuera y, junto a Dominic, caminar por el bosque durante una hora.

Al regresar, decidieron dejarlo e irse, no sin antes despedirse de mi y de la nueva pequeña en este mundo.

En cuanto a mi hijo mayor... aún no he tenido oportunidad de hablarle. De hecho, según Daryl, en cuanto fue a llevarle su plato de comida, lo encontró rendido en su cama, abrazado a un peluche que encontré en una gasolinera a meses de él haber nacido, dormido completamente.

— Debo darme una ducha. — digo, bostezando apenas. — ¿Crees que podrías ayudarme?

— No debes preguntarlo siquiera, Jules. ¿Pero que hay de ella?

Me río ante su inocencia.

No ha dejado de tenerla en brazos en ningún momento. Apenas ha dejado que yo la sostuviera, y eso fue gracias al apetito de la niña al desesperarse por amamantarme.

— Sé que es todo nuevo para ti, pero ya he pasado por eso, Daryl. Si está completamente dormida, cosa que será así las primeras semanas, donde de puro milagro abrirá sus ojos apenas... pues entonces no hay nada de que temer. — me mira atento, escuchando mis palabras. — No quiero darte lecciones. Sé que ser padre de Jackson no es lo mismo que ser padre de una recién nacida, pero... al menos quiero que entiendas algunas cosas.

— ¿De que hablas?

— Por ejemplo... Tener a un niño mucho tiempo en brazos, da mañas. Y esas mañas se vuelven caprichos a lo largo del tiempo. Es algo que no he permitido con Jackson desde un principio, ya que he sido yo la culpable de tener que mal acostumbrarlo, por ejemplo, a estar mucho tiempo en brazos. Eso, en cuanto el tiempo pasa, se vuelve en un mal hábito. La verdad es que no quiero sufrir ningún tipo de capricho con Alanna.

— No le veo mal tener que sostenerla un rato.

— Daryl, apenas has dejado que yo la sostenga, y soy la madre. Entiendo, es como un nuevo juguete en tu colección, pero... — tras resoplar, veo como él camina hacia el catre de nuestra hija, tomando con la palma de su mano la cabeza de ella, cuidadosamente, para colocarla en su pequeña cuna. — ¿Por qué tienes que reaccionar así?

— Habla bajo. — dice apenas en un susurro. — Tienen que descansar por la noche.

— Responde a mi pregunta. ¿Por qué reaccionas así?

— ¿Así como? Porque la verdad es que no entiendo al punto en el cual quieres llegar, Julianne. Si demuestro poco, soy un mal padre. Si demuestro mucho, soy un mal padre. No hay absolutamente nada que te venga bien.

— ¿Puedes calmarte un poco? — digo con un nudo en mi garganta. — Dices palabras que jamás salieron de mi boca. No he dicho en ningún momento que eras un mal padre. Pues todo lo contrario, ¿sabes? Solo quiero aconsejarte, porque en un futuro, verás todas las consecuencias que podría llegar a traer esos malos hábitos.