Por fin conseguí ponerme en pie sin que mis piernas pareciesen gelatina, fuimos hasta nuestra habitación no sin antes pasar por la de los enanos estaban plácidamente dormidos, nosotros a llegar también caímos en un sueño reparador pero creo que no llevábamos mucho cuando escuchamos abrir la puerta y nótamos como 4 personarás se subían y nos despertaban.
- Papa está cama es mucho más grande podemos estar los 6y no nos molestamos.
- Mami tengo hambre nos preparas el desayuno.
Nos miramos y nos empezamos a reír, me levante y me puse a hacer un poco de todo mientras le escuchaba a él jugar con los 4 y reírse a pleno pulmón, eso era una alegria que mis hijos le hubiesen aceptado tan bien, les llame a desayunar y cuando llegaron vieron con los ojos abiertos todo lo que había.
- Amor se lo que te gusta a ti y a mis hijos pero a los tuyos no asique por eso he echo un poco de todo.
- Papa este desayuno es mejor que los que prepara mamá, ojalá estuviese ella siempre en casa.
Yo estaba roja como tomate maduro no sabía que responder pero él me miro y le dijo.
- Siempre que vengáis a casa encontraréis un desayuno así de espléndido.
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Merecidas vacaciones
RandomLe dedico esta historia a una persona que me animo a escribir de nuevo. Muchas gracias Y al resto de lectores que siguen mi relato porfavor dejen sus comentarios muchas gracias por seguirme