Parte 22

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Yo seguía intentando soltarme por todos los medios pero las ataduras estaban bien sujetas, lagrimas caían por mis ojos, en ese momento vino a mi cabeza algo que me dijiste.
En tu pulsera hay un localizador si te pasase algo rómpela.
La rompí y vi una pequeña luz roja, en ese momento entro él a la habitación, vi todo lo que traía y me eche a temblar, ato mis manos a mi espalda para que no me pudiese mover, con otra ato mis piernas dobladas y bien abiertas, yo seguía llorando y él dijo.
- Me encanta verte así, y estate tranquila yo no voy a ser tan respetuoso, después de esto si te encuentran vas a acabar en el hospital.
Cada vez temblaba más, puso un consolador en mi ano le metió a la fuerza, sentí que me desgarraba, puso pinzas en mis pezones en mis labios y clitoris dolía horrible, le escuchaba murmurar pero no sabía que decía hasta que le tuve bien cerca.
- No entiendo como con el chorreabas y conmigo estás seca, pero me da igual mejor así, te voy a desgarrar y nadie te va a reconocer.

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