Capítulo 49

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Kiera

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Kiera.

—Kiera, necesito que pongas mucha atención a lo que te diré a continuación — mi madre me dice evitando de alguna manera mirarme a los ojos—. Yo... he estado dándole largas a esto más que nada por temor a tu reacción, pero sé que mereces saberlo.

Estamos ambas en mi habitación después de yo haber llegado del colegio, a punto de tener una conversación que según ella es importante que yo sepa, y de hecho yo sé desde hace mucho tiempo que algo ha estado pasando con mi madre. La he notado muchas veces pensativa y pérdida en sus pensamientos durante las últimas semanas, otras veces llorando sin razón, abrazándome y diciéndome que me quiere mucho. Ella no es la madre más expresiva del mundo, aunque nunca he dudado que me quiera.

Se mueve como un león enjaulado por mi habitación, y tiene una copa en la mano de la cual bebe, lo cual me parece muy extraño teniendo en cuenta que ella no toma licor. Sus dedos tiemblan alrededor del vaso cuando lo lleva a su boca para tomarse todo el trago completo, colocando después la copa vacía sobre mi mesita de noche. Me enfrenta, y lo que noto en su mirada me hace fruncir el ceño, noto derrota, sufrimiento, un dolor que parece vérsele con la misma claridad que los colores de la ropa que lleva puesta.

—Dime, ¿qué es lo que me escondes mamá — pregunto, acercándome a ella y viéndome más baja en comparación con su altura, además de que no soy demasiado alta—. Carolina, tu prima lejana, me dijo que tenía cosas que saber y que sólo tú podías decírmelo.

Mi prima lejana.

Puedo notar como las lágrimas abandonar rápidamente sus ojos, rodando estas por los lados de su cara, su cuerpo sacudiéndose en medio de un sollozo mientras se abraza a sí misma, quitándome la mirada. En seguida me alarmo como todas las veces que la había visto llorar durante las últimas semanas, tratando ella de convencerme de que solo estaba muy sensible porque recordaba a papá, lo cual no dudaba porque ellos según mi punto de vista, se amaban mucho, mas, siempre supe que había algo más; ese algo que quiere decirme y no se atreve.

¿Qué es lo que me oculta?

—Mami ¿qué ocurre? ¿Por qué lloras? — pregunto, sus ojos, rojos y llenos de lágrimas me observaron—. ¿Es muy grave lo que tienes que decirme?

Mamá asiente y mi corazón se acelera, acto seguido se acerca, me da un beso en la frente y me abraza, separándose después de unos largos segundos.

Busco su mirada azulada, tal cual la mía.

—Hace muchos años, antes de conocer a tu padre y tenerte a ti, yo tuve una hija con otro hombre. Tienes una hermana.

Mi corazón da una voltereta, y me hallo llevándome la mano a la boca. Quiero preguntar algo, en cambio, mis labios no solo no pueden soltar ninguna palabra sino que mi madre continúa, esta vez girándose para mirar por la ventana de mi habitación la noche casi caer. El cielo ya se está poniendo gris, destellos naranjas, amarillos y rosas desvaneciéndose con el sol. Ella me da la espalda completamente.

Tú, Eternamente tú© ✓✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora