Carolina
Me miro con el vestido puesto frente a mi espejo, ya lista para ir a esa fiesta. Efectivamente el vestido me queda algo ceñido al cuerpo y a unos poquísimos centímetros por sobre mis rodillas. Soy una chica muy delgada así que no puedo decir que tenga muchas curvas que destacar, ni siquiera tengo mis pechos bien desarrollados aún, pues después de todo solo soy una chica de quince años que durante muchos años no supo lo que significaba un plato de comida caliente en una mesa como un ser humano normal puesto que pasaba mucha hambre hasta que llegué a esta familia. Triste ¿no? Pero tampoco se podría decir que soy una tabla de planchar, así que algo tengo y poco a poco me voy desarrollando.
Papá dice que ya está preparando sus municiones para espantarme a los chicos porque cada día me pongo más y más bonita, lo que según sus palabras, hará que ningún chico se resista a mis encantos y belleza. También dice que cuando me convierta en una mujer que se cuiden los hombres porque no habrá uno que no se arrodille a los pies de la belleza de Carolina Elizabeth Lander.
Me rio.
Él es tan adorable y dulce.
No me he maquillado mucho, pero si me he puesto un poco de base sobre el rostro y lápiz negro en los ojos para destacar mis iris azules, y mi cabello me cae en perfectos rizos rubios sobre mi espalda.
De pronto siento un poco de pena al verme con el vestido tan sencillo a conjunto con un par de zapatos cinco centímetros de tacón. Tuerzo el gesto sabiendo que en esa fiesta habrán chicas con vestidos muchos más costosos que el mío, pues la mayoría serían hijas de familias adineradas, pero al final suspiro y me digo que a mí solo me importa impresionar a una sola persona en aquella fiesta, lo demás no me tiene porque afectar ni importar. Para agregar no soy de las que siente vergüenza de ser quien soy. Humilde sí, no tengo para comprarme vestidos y zapatos de buena marca, pero soy feliz con lo que tengo, que es una familia maravillosa y llena de amor. Al final eso es lo único que importa.
Quizás hoy no me pueda comprar esas cosas, pero voy a estudiar mucho, algún día seré una gran profesionista y trabajando, con honestidad, podré tener todo lo que quiera o quizás más, ¿por qué no? Puedes obtener todo lo que desees en la vida solo si te lo propones y lo crees. Yo poseo de las dos.
Miro el reloj que hace de despertador en mi mesita de noche y me doy cuenta que son las ocho y trece. ¡Joder!, debo irme ya. Tomo mi pequeño bolso que cuelgo de manera diagonal desde mi hombro. Agarro la cajita con el regalo de cierto chico que me trae loca y la meto dentro. Suspiro esperando que todo salga bien y me encuentro saliendo de mi recámara. Me muero por verlo con todas mis fuerzas.
Al llegar a la sala, de nuestra casa que no es muy grande, no como la gran mansión a la que iré, pero está rodeada de amor que es lo importante, eso último lo digo exactamente por como encuentro a mis padres besándose uno en los brazos del otro en el sofá. Me sienten por el ruido de mis tacones y se separan de golpe. Rio. Se aman mucho como pareja.
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Tú, Eternamente tú© ✓✓
RomanceLIBRO 3 DE LA SERIE «AMORES INEVITABLES» «Era tan bella que mirarla dolía. Y otras veces, su belleza la hacía lucir tan frágil». Iván Forter.