Capítulo 19

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Carolina

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Carolina

— ¿Estas terminando lo nuestro, Carolina? —pregunta.

Largo un suspiro, viendo los ojos tristes del hombre frente a mí. No me habría gustado llegar a eso, pero estoy terminando mi relación con León Novak después de más de dos meses de intentar que lo nuestro funcionara, mas, para desgracia mía no lo hizo, al menos no de la forma en que debería.

Hubiera querido tanto haber podido enamorarme de él en ese tiempo que estuvimos juntos, di todo de mí para que eso sucediera. Sin embargo, todo intento fue en vano.

Él se negaba a salir de adentro de mí.

No podía besar a León sin evitar pensar que en realidad eran los labios de Iván los que deseaba besar, que eran sus brazos los que quería rodeando mi cintura, su olor el que se quedara impregnando en mi piel tras cada abrazo, que era su regazo el que deseaba me sostuviera... sus dedos los que se entretejieran con los míos.

Solo podía pensar una vez, otra vez y otra vez que el sabor de su boca debía ser mucho más delicioso, lo ardiente que debían ser sus besos en comparación a los de León y me sentía como una perra traidora por nunca haber podido entregarme por entero a ese hombre tan maravilloso. Durante el tiempo que estuvimos juntos siempre fue dulce, tierno y delicado conmigo, pero más que nada respetuoso; nunca sobrepasó los límites ni quiso llevar nuestra relación a un paso más avanzado del que yo estaba dispuesta a seguir y fue algo que valore bastante.

Hombres como León Novak son uno en un millón y me hubiese sentido tan afortunada de haber conseguido enamorarme de él...

Es su culpa.

Sé que Iván no merece nada de mí, ni mis latidos, ni mis lágrimas, absolutamente nada de mí, pero es tan terrible evitar lo que siento.

Más de un mes ha transcurrido; cuarenta y un días desde la noche del treinta y uno de diciembre: aquella que fue la noche en que lo vi por última vez, la última vez que pude ver sus ojos negros, sentir su olor, su presencia...

Sí, Iván Forter había hecho lo que mejor le sale—aparte de ser un cínico mujeriego— ser un cobarde de mierda.

Él se marchó.

Aquella noche después de mi forzada confesión volví a la fiesta navideña, encontrándome a Ethan de rodillas pidiéndole matrimonio a Joselyn, quién con lágrimas en los ojos le había gritado un gran sí y dentro de cuatro días será su boda, justo el día de los enamorados, y aunque esperaba que lo hiciera, Iván no volvió a la fiesta y la última imagen que tengo de él es sobre su cara de perdido cuando le había soltado toda la verdad.

Finalmente él sabe todo lo que llevo ocultando por años.

¿De verdad quería soltarle todo aquello? La respuesta es no.

Sinceramente, me creía incapaz de algún día decir todo aquello que llevo años escondiendo dentro de mí para ese hombre que tiene en sus manos mi corazón. Más de una vez me dije que no tenía ningún caso decírselo; ¿qué iba a ganar? Solo humillarme ante él. Sin embargo, Iván había sabido presionarme con la medida justa para hacer que todo saliera de mí como una bomba de explosión, no tuve otra opción.

Tú, Eternamente tú© ✓✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora