Capítulo 7

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Iván

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Iván

Es domingo y llego a la casa de mis padres.

Al menos un domingo por mes Fabiola organiza comidas con la finalidad de reunir a la familia; yo que no vivo en casa de mis padres desde que me fui a vivir a Bastón y concluir allí mi carrera de finanzas, pasando después de ahí dos años conociendo el mundo... y mujeres también y a mi hermana Fanny que se casó hace tres años, aunque en estos momentos es viuda. Para desgracia suya y algo de lo cual aún no se recupera, su matrimonio no duró más de unos pocos meses ya que Jackson murió en un accidente aéreo nueve meses después.

Desde entonces Fanny no se ha dado la oportunidad de volver a estar con otro hombre, solo se dedica a su carrera médica. Mamá ha comenzado a insistir en que probablemente debería de darse ya la chance de conocer a alguien y ser feliz, sin embargo, ella se niega a dejar el duelo por Jackson. Habían sido novios desde la universidad y se casaron una vez ambos se graduaron de sus respectivas carreras.

Largo un suspiro mientras salgo fuera de mi vehículo, los lentes de sol en mi rostro cubriéndome los ojos del mismo.

Asisto a estas comidas familiares aun cuando en ocasiones son bastante tediosas, ya que tanto mi madre como su esposo— mi padre—, les da por reprocharme por la vida que llevo, según ellos de «libertinaje y casanova», pero no puedo faltar ya que es regla de oro de mamá con la excusa de convivir como familia, y antes que nada amo y respeto a esa mujer como a ninguna otra persona en el mundo.

—Hermanito —nada más llegar me asalta la mocosa de la casa, que ya cumplió doce y por supuesto cumplí mi promesa de regalarle ese costal de pelos que me pidió, se puso bastante contenta.

—Hola mocosa —le saludo, dándole un beso en la frente, teniendo que agacharme ya que soy muy alto.

Bri es la imagen pura de una niña tierna y dulce. Cabellos claros como los de su madre, ojos ámbar, estatura media y muy hermosa.

—No me digas mocosa, Iván. —Alboroto sus cabellos y ella se viene a mis brazos, abrazándome mientras rodea mi cintura con sus pequeños brazos—. Gracias otra vez por regalarme a Tina. Es muy bonita y estoy súper contenta con ella.

Dejo un beso en su cabeza.

—No hay de qué, Brianna —le digo, estando claro que le regalé el costal de pulgas con mucho gusto—. ¿Dónde están los viejos?

Nada más hacer la pregunta aparece mi madre, saliendo del área de la cocina con un mandril floreado atado a su cintura, dando indicios de que ella misma se encargó de la comida. En seguida suelto a Bri para estrecharla con fuerza entre mis brazos. Se alegra al verme como siempre y me agarra a besos, mostrándome lo cariñosa que puede ser y con lo cual se robó mi corazón y la adoro como madre a pesar de no haber nacido de su vientre. Segundos más tarde también hace su aparición mi padre, al cual muchos dicen me parezco mucho y de hecho no se equivocan, no se puede negar que no soy su hijo. Papá le pregunta a mi madre que si ya está la comida que muere de hambre, esta le contesta con un beso en los labios que estará lista en pocos minutos pero aún debemos esperar la llegada de Fanny antes del almuerzo familiar, a lo cual él asiente devolviéndole un segundo beso en la sien y una sonrisa se desprende de mis labios al ver la hermosa pareja que lucen.

Tú, Eternamente tú© ✓✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora