Mark leía tranquilamente una revista de Moda Canadiense, parte del regalo que Yuta le había dado en Navidad. Los demás miembros le habían dado otros regalos igual de fantásticos, pero este era uno de los favoritos de Mark. Cada vez que la ojeaba una incomodidad se instalaba en su estómago, y la razón era que los modelos que se exhibían eran hermosos, claro, pero ninguno de ellos le llamaba lo suficiente la atención como para decir que le «gustaba». Lo que lo hacía encogerse en su lugar, pensando en lo enamorado que debía estar entonces de TaeYong como para ser incapaz de poder enamorarse de alguien más. Dios, TaeYong no era el primer enamoramiento Gay que Mark había tenido, pero con los otros chicos nunca se había sentido así.
Se sentía tan atraído hacia TaeYong, hacia su personalidad, su impresionante visual, todo de él.
—¡Hey, Mark, Mark, mira! — DongHyuk agitó varias veces de un lado a otro a Mark.
—¿QUÉ QUIERES?
Cuando Mark acababa de girar su silla giratoria -valga la redundancia- para darse media vuelta y poder mirar cara a cara a su mejor amigo, vio adonde HaeChan estaba apuntando con su dedo índice izquierdo -sin molestarse en ser discreto como mínimo- y saltando como si hubiera tragado una gran cantidad de azúcar y hubiera descansado por doce horas.
Era TaeYong el que acababa de entrar a la Sala de Maquillaje donde ambos estaban esperando a los estilistas, su cabello ahora era rojo, un rojo fuerte y precioso que combinaba perfecto con su rostro. Y hablando de su rostro, ahora su ceja izquierda tenía un corte que la atravesaba. Era una moda actual claramente, pero a TaeYong le quedaba tan malditamente bien...
—Oh, Hyung, estás babeando demasiado, ¿busco tu babero, bebé Markku? — DongHyuk no perdió la oportunidad de burlarse.
—Cállate, Hyuk — Mark desvió su mirada de TaeYong todo sonrojado.
DongHyuk quería reírse por lo pequeño y avergonzado que parecía Mark en ese instante, porque él siempre quería hacerse pasar por alguien que no se avergonzaba por cosas simples como esas, pero ahora estaba reguardándose en su silla giratoria. DongHyuk decidió ser un buen mejor amigo y dejarlo a solas con Lee TaeYong alías futuro cuñado de HaeChan. Eso sería lo mejor.
—Voy a buscarlo, gaviota bebé, no me esperes — y HaeChan se fue de la habitación riéndose.
—MinHyung ah, ¿por qué pintaste tu cabello?
—¿Uh? ¿Me veo mal de castaño?
Por acto reflejo, Mark llevó una de sus manos hacia su cabello, removiendo sus mechones castaños con algo de inseguridad. En realidad, él pensaba que se veía bien y le gustaba cómo se veía con ese color de cabello, pero en parte le importaba muchísimo la opinión de TaeYong. Si el líder le dijera que se veía mal, dañaría su autoestima un poco y la bajaría, pero esperaba que TaeYong no se lo preguntara en ese sentido malévolo.
—Te lo hubieras dejado de rojo, así combinaríamos de tinte de cabello.
—Ah... — MinHyung soltó una risita nerviosa. Pensó que TaeYong le diría algo hiriente —, creí que era mejor un cambio para el comeback de la U.
—No te preocupes, te queda bien. Todo te queda bien. Es imposible que algo te quede mal.
TaeYong acariciaba con lentitud las mejillas gorditas de MinHyung con sus dedos, viéndolo inclinarse ante su toque, dejando descansar sus párpados, con sus largas pestañas cayendo superficialmente sobre esas mismas mejillas. Se veía tan adorable de ese modo, que TaeYong no pudo evitar inclinar hacia el frente su espalda, acercándose hasta el relajado rostro contrario, dejando un suave beso en la punta de la nariz. Cuando el líder se alejó un poco -lo suficiente como para que ambos pudieran verse a los ojos- de MinHyung, vio que aún sus pequeños ojos seguían cerrados y las mejillas que había estado acariciando antes ahora se encontraban rosadas.
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Dream [YongMark] (TaeYongxMark) NCT
RandomSabe que por más que discuta no puede hacer nada, pero de todos modos no puede tolerar ni mucho menos digerir que MinHyung se vaya. TaeYong discute día y noche con el mánager, negándose - como líder y miembro de NCT - a aceptar la creación de la NC...