Jung HoSeok es un reconocido Alfa, quien su única obligación es conseguir un Omega fértil para tener descendencia.
Min YoonGi es un Omega, únicamente conocido y respetado en su colonia, la cual era el basurero de Seúl, y él... Él odia a los Alfas, m...
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— Sí, sí, como tú diga... ¿¡QUÉ!?.— el pálido soltó a pulmón puro mientras que JiMin abría sus ojos de más.
_¿REALMENTE LO DIJO?_
Soltó un suspiro tratando de respirar, abría su boca para hablar pero la volvía a cerrar y así repetidamente. — Tú...enserio estas demente Catrin.— fruncio su ceño.
— YoonGi esta bien, me puedo quedar.—
— No, me quedo como... Tu... Eso.— hizo un ademán de querer vomitar y ahora señaló a JiMin.— Pero a él lo dejas ir, sin seguirlo, ni nada.— fruncio su ceño dando unos pasos al frente.
— Bien, con una condición. No vas a escapar. Si lo haces el y trato se rompe y los buscaré..— Arrugó su nariz con una mirada sarcástica.
— Tranquilo niño bonito, no voy a escapar.— movió sus dedos de manera traviesa girándose hacia JiMin quien no quería irse y dejarlo solo.— Estaré bien, sabes que jamás dejaría que estos me hicieran algo.— los observó de soslayo regresando su vista a JiMin.— Prometeme que regresarás y no saldrás para nada.
El mayor no tuvo de otra que asentir con la cabeza, ¿como le diría a TaeYeon y a SeokJin?
Peor aún.
¿Qué diría el Alfa Mayor?
Hoseok sonrió. Consiguió al omega.
— Jimin, puedes regresar cuando quieras y traer a. . . Hee, realmente me agradan después de todo.— El alfa se apartó un poco para ir a la cocina.
— Que harás?
— Es mi omega, así que lo trataré como tal.
Taehyung asintió inseguro.
JiMin salió casi corriendo del lugar después de un asentimiento del pelinegro. Se quedó de pie observando como el mayor se alejaba de aquella casa en la que estaría encerrado tal vez toda su vida.
Soltó un suspiro de cansancio ahora llevando su mirada ha donde se habían ido los Alfas.
_Vamos Min YoonGi, tú vives con más de 50 Alfas y un Alfa Mayor que es bien cabron. Puedes lidiar con ellos, puedes lidiar con el catrin_
— Ganar su cora. . . ¿que verga?
— Sí.
— Patetico, Jung.
Hoseok alzó una ceja.
— El día que un Omega me tenga así de imbécil denme un golpe porque es un amarre
Hoseok sonrió, le gustaba el omega, pero iría de poco en poco
El menor caminó a paso lento hasta donde ellos estaban, acercándose al marco de la puerta donde al verlo guardaron silencio.
