|Un amor tan hermoso| •HopeGa•

capitulo 27

Hoseok se sorprendió, la verdad esperaba un golpe.

_Ahora hay que tomarlo_

_No podemos solo tomarlo_

_Si que podemos como de que no_

Inconsistentemente metió las manos en la tina abrazando el cuerpo ajeno obligándolo a ponerse de rodillas y acercarse más a él.

_Maravillosa jugada_

_Esta yendo muy lejos, ¡ALERTA ROJA!_

_«¿Por qué no lo detienes?»_

_... ¿¡Por qué no lo detengo!?_

El menor salio de su mundo separándose del Alfa de manera repentina, inclusive alejándose de aquellas manos que odiaba decirlo pero le había gustado como tomaban de su cuerpo.

Como si fuera suyo.

_Lo cual no soy_

_«Seguí hablando»_

— Oye catrin... Quedamos que aunque sea diez citas.— habló entrecortada mente por la agitación tanto del beso como del pánico que le había entrado, intentando parecer más cool, acomodó su húmedo cabello hacia atrás. — Fuera manos.— lo señalo con el dedo aunque no lo veía directamente a los ojos.
El chico estaba muy molesto por alguna razón, estaba rechazando a Jung Ho Seok, Yoongi acababa de rechazarlo.

-La ropa está en el lavabo y las toallas en el armario.

Su voz no ocultaba su molestia y no era que él quisiera ocultarla tampoco. Se levantó y salió del baño como si nada, después de eso solamente le quedaba ir lo más lejos posible que pudiera del Omega. Salió al jardín.

_Alfas_

Fue lo que pensó el menor mientras ponía en blanco sus ojos, se levantó con lentitud de la tina tomando la toalla enrollándose en ella y con la otra comenzó a secar su cabello tomó la ropa saliendo del cuarto al saber que el Alfa no estaba allí.

— No puede aceptar que no soy igual a todos los Omegas con los que ha estado.— soltó en gruñido deshaciéndose de la toalla para tirarla con ira a la cama

El chico se sentó en la maca de piernas cruzadas. Estaba enojado por su alfa que le hacia pensar de forma tan boba.

_Sí, claro, tú eres machista pero yo tengo la culpa_

_Mira cállate mejor_

Una vez con la ropa puesta y su cabello medio seco se quedó viendo por unos momentos en el espejo, alzándose un poco la playera que le quedaba como camisón. Notando como un pequeño moretón iniciaba a desaparecer, soltó un suspiro bajando la camisa para girar hacia la cama y lanzarse a esta ronroneo sin quererlo, la sensación de las sabanas bajo su piel lo hacia sentir bien. Abrazó la almohada con fuerza frunciendo su ceño.

— ¿Por qué tan siquiera creíste que seria diferente?.— inicio a conversar con su Omega mientras mantenía los ojos cerrados.

_«Yo lo sé»_

— Todos los Alfas son iguales, nadie cambia, por nada ni por nadie. Menos los niños de cuna de oro.— farfulló abriendo los ojos para golpear la cama con la almohada.

_«Puedes escaparte si tanto es»_

— Si escapo él hará todo lo posible por encontrarnos, y no quiero que les haga daño.— gruñó mordiendo la almohada.

_«¿Es eso o porque no quieres?»_

— Bien, tú ganas maldita sea, tampoco es como que tenga muchas ganas de irme.— susurró acomodando de nuevo la almohada y posando su cabeza en esta cubriéndose con la sabana hasta su nariz.