Chapter 10

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Aquella mañana y parte de la tarde le había aprecido a Lyra muy divertida, aunque no lo parecía tanto para Sirius que se la había pasado todo el rato pensativo y con la mirada perdida, de vez en cuando se alertaba para quitar las manos de alguno de los gemelos cuando estos intentaban guiarle descaradamente por la casa y le lanzaban sonrisas cargadas de seducción.

A simple vista, Sirius parecía ser un hombre del tipo divertido o eso decían los gemelos, Fred y George, sin embargo esa tarde no hubo ninguna sonrisa. Lyra se dio cuenta que aquel hombre había pasado por muchas cosas y que la llegada de una completa extraña que ahora era su hija, había terminado por resquebrajar los pedazos que aún quedaban completos de su corazón.

En un momento que estuvo fuera de la casa, sola observando todo con detalle, se detuvo a pensar las razones por las cuales su madre había decidido no volver a ver a Sirius. Lo había estudiado tantas veces en su cabeza que decidió tomar la premisa de que todo había sido causa de que su madre no fuese de la época que todos esperaban que fuese. Sirius no se había casado, tampoco había buscado otra pareja y eso decía mucho ante los ojos de Lyra.

Ginny se acercó mientras Lyra miraba entretenida a uno delos gnomos de jardín que parecían curiosos del nuevo visitante. Instintvamente, la pelinegra tocó la varita en el bolsillo de su chaqueta y se giró.

- Oh, estaba observando su jardín. Estos gnomos son difíciles de sacar. Hay una planta muy efectiva que cuando la siembras, hace que se despisten.

- ¿En serio? – Ginny parecía sorprendida con la información – mamá estaría feliz de saber cual es. Son una completa molestia, sobretodo cuando queremos jugar Quidditch.

- ¿Juegas?

- Solo en casa, ¿Qué hay de ti? – Lyra se encogió de hombros.

- Solo un poco. Fui a un partido de las Arpías hace un año y medio – aquello le iluminó el rostro a la pelirroja, cosa que alegró a Lyra - ¿Qué te parecen?

- El mejor equipo de la liga femenina inglesa, por supuesto – admitió con orgullo - ¿a ti?

- Merecen mas crédito del que les dan , ¿no crees? – Ginny asintió con los ojos brillando - ¿Qué hacen en este país para entretenerse?

- Quidditch, escuchar a Celestina de vez en cuando... leer Corazón de Bruja.

- Tengo unas cuantas revistas de esas, me suscribí hace poco – soltó con sinceridad – Por cierto, tienes una casa fantástica.

Aquel comentario pareció relajar mas aún a Ginny, quien a primera instancia Lyra le había parecido una chica lo suficientemente snob como para pensar que aquel lugar pareciese una pocilga.

- Desearía tener una casa con un jardín tan amplio, plantar mis propias rosas – dijo en voz baja la chica de ojos grises – Tambien tener tantos hermanos.

- No lo creas, pero a veces son una completa molestia – rió la pelirroja – Creo que Sirius apenas está tratando de digerir que tiene una hija.

- ¡Al fin alguien es sincero aquí! ¿Verdad que parece como si fuese a desmayarse en cualquier momento? – ambas rieron y comenzaron a caminar - ¿Vas a Hogwarts también?

- Si, aunque estaré en cuarto este año.

- ¡Joder! Ya me hacía ilusión comenzar con una amiga – exhaló Lyra - ¿A que casa vas?

- Gryffindor – soltó orgullosa - ¿Qué tal es tu escuela? Charlie dijo que era un sitio asombroso.

- Lo es – respondió con un deje de nostalgia – supongo que puedo contarte algunas cosas – sonrió hacia ella – también tenemos casas, mi madre me ha hablado de Hogwarts. Así que puedo decirte que Ilvermorny y Hogwarts no son tan distintas. Voy a Ave de Trueno, que es lo mas parecido a Gryffindor, allí habitan los valientes, arriesgados y con espíritu de aventura.

Los Merodeadores - Reescribiendo el FuturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora