Chapter 58

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Alphard mas que sorprenderse se había alarmado de ver aquella carta en la cual Orion solicitaba la dirección de Sirius con extrema urgencia, y debía ser algo realmente grave para usar al elfo doméstico para enviar el mensaje.

Decidió ir hasta Grimmauld Place donde Walburga y Orion se rehusaron a dar mas información a menos que él les llevara con Sirius en ese mismo instante.

Se preocupó. Si se encontraban a Regulus se armaría una grande, pero accedió de todas formas. Los tres Black aparecieron en la parte externa del edificio y se adentraron subiendo las escaleras ante las quejas de Walburga que miraba todo con desdén.

- ¿Por qué Sirius estaba viviendo en esta pocilga?  - terció Walburga - Pensé que le habías dejado mas dinero, Alphard.

- Pues, de hecho es una buena zona y el apartamento que le dejé era a donde me mudaría provisionalmente con Lyra luego de casarnos - explicó con calma - Deja de quejarte y sigue subiendo las malditas escaleras hermana.

- ¿Pueden callarse los dos? - terció Orion - Discuten como unos críos y ambos están ya grandecitos. Pero coincido con Walburga. Ahora nuestra nieta vive aquí, ¿crees que se merezca vivir en un sitio como este? ¿Rodeada de...inmundicia?

- A Lyra no le importan los muggle, Orion. Pensé que siendo tu favorita lo sabrías mejor.

- Lo se, pero eso no quiere decir que me agrade verle rodeada de todos estos muggles - replicó con desdén - Ha salido idéntica a Sirius y es la causa de mi dolor de cabeza.

- Lyra se parece mucho a él, pero creeme que ha sacado un corazón muy bueno. Les quiere sinceramente y eso ya es mucho decir.

- ¿Falta mucho? Estos escalones me están matando Alphard - siseó Walburga cansada.

- Ya casi llegamos, deja de quejarte por todo. Suenas como nuestro padre.

Cuando llegaron a la puerta del apartamento,  Alphard tocó tres veces. La voz de Sirius se escuchó alta y clara tras la misma.

- Es tu tío. Tu favorito por supuesto, tengo compañía - Alphard rogó dentro de sí que Sirius entendiera y ocultara a Regulus de Orion y Walburga.

Cuando la puerta se abrió Sirius tenía su varita alzada y la sorpresa inundó su rostro. Estaba confundido de ver allí junto a Alphard a Orion y Walburga. Ambos vestidos con sus capas oscuras y ella con los hermosos guantes que Lyra le había regalado, los reconocía por el bordado elegante que habia visto esa noche.

- ¿Alguien murió? ¿Que haces con estos dos tío? - terció bajando la guardia y cerrando la puerta tras ellos - No es un buen momento. Estoy a punto de irme.

- Orion y Walburga necesitan hablar contigo - habló Alphard - también quiero saber pues no me han querido decir de que trata.

- Pues, que sea rapido. O puedo pasar por Grimmauld Place en otro momento - dijo con tono molesto Sirius mientras tomaba su túnica.

- No, Sirius. Debe ser ahora - le dijo Walburga con voz firme - Tu y tus...amigos están siendo vigilados por el Ministerio y los han estado siguiendo. También a nosotros nos han estado vigilando.

- ¿Como puedes saber eso? - Sirius dirigió su atención hacia la mujer quien le observó con altivez.

- Uno de nuestros informantes nos ha revelado esta información. También pretenden hundirte con nosotros reabriendo las investigaciones acerca de los asesinatos de los muggle en los inicios de la guerra - explicó ella y Sirius bufó.

- ¿En que me implicarían a mi? No tuve nada que ver. Yo estaba con la Orden.

- Pues no se como lo harán. Pero venimos a advertirte. Estamos siendo vigilados y si el señor Tenebroso ha vuelto tal cual dice Harry Potter, estaremos todos en peligro.

Los Merodeadores - Reescribiendo el FuturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora