Los Merodeadores - Reescribiendo el Futuro

Chapter 25

Esa noche Lyra no pudo dormir, la imagen de su madre llegó a su cabeza y su voz parecía resonar en su oido como si le tuviese unos metros cerca. Se sentó y observó a sus compañeras de habitación dormir placidamente, acostumbradas seguramente a aquel castillo.

Suspiró y decidió tomar la carta que le había dado Orion antes de subir al tren. ¿Que podria decirle? Aquel hombre no parecía para nada calido y el hecho de que no pudiera corresponderle el abrazo le causó gracia. Orion era tan diferente a Sirius pero a la vez se parecían demasiado. Se vistió con una bata que le había regalado Lily y la cual agradecía. El clima frio de Hogwarts era tan diferente en las noches al de Ilvermorny.

Bajó las escaleras y encontró una sala común oscura y vacía. Apuntó su varita hacia la chimenea y sonrió complacida cuando el calor comenzó a reconfortarle. Sacó del bolsillo de la bata el sobre y se sorprendió de aquel pergamino con un largo escrito y una letra pulcra.

Lyra

- ¡Vaya abuelo! Que calido eres - susurró para si misma.

Espero el oro que te he dado sea suficiente para tu estadía este mes. Los Black, familia a la que perteneces ahora hemos amasado nuestra fortuna invirtiendo sabiamente a través del tiempo en intereses ajenos que sabemos serán un exito, así como familiares quienes han realizado invenciones en encantamientos y artefactos como el caleidoscopio de cíclope, del cual me parece quizás te agradaría investigar.

Supongo que para ti, la estadía en Grimmauld Place ha sido lo suficientemente placentera, pues nos visitaste mas veces de las que pensabamos tu padre permitiría. Eres bienvenida a pasar tus vacaciones de navidad si asi gustas, pues estoy seguro, aún te queda por leer en nuestra biblioteca.

- Ya me convenciste Orión- sonrió.

Para ser hija de quien eres, me encuentro convencido de que me agradas mucho mas de lo que pensé que me agradarías, por lo cual quiero que sea de tu conocimiento que mis atenciones hacia ti son totalmente sinceras. Estoy seguro que Regulus te habría encontrado como una confidente ya que compartes el mismo gusto hacia comer galletas y las criaturas mágicas.

Hay algo en tus palabras que me ha causado noches de desvelo. Para ti, que no tuviste un padre, defiendes a Sirius con una fiereza implacable y aunque llevas esa sangre traicionera e inconforme de él, no pareces renuente a entender nuestro legado incluso aunque no estés de acuerdo. Walburga se debate entre los recuerdos que le has despertado y la realidad de quien eres y quien siempre serás; la hija de su mayor decepción. Aún asi, encuentro que tu compañía nos ha hecho bien a ambos, pues al menos, Walburga ha decidido cambiar su constante conversación llena de veneno hacia sus sobrinas y solo habla de tu extraña ligereza de pensar, en cambio yo me encuentro particularmente contento de tus preguntas acerca de la familia y que compartimos el talento hacia las pociones.

No pediré que me escribas acerca de tu selección pues dudo que tu caracter curioso y particularmente progresista combine con Slytherin.

Se despide,

Orion C. Black

Lyra sonrió con arrogancia y guardó la carta en su bolsillo. Orion parecía el tipo de persona que a pesar de su caracter y de tener una firme personalidad, podía darse un respiro de ser tan frio de vez en cuando.

Le pareció, mientras visitaba Grimmauld Place, que a pesar de haber sido un matrimonio pactado, Walburga y Orion se llevaban significantemente bien, además solía hacerse a la idea en secreto que Orion si amaba a Walburga a pesar de todo, cosa que fue parcialmente confirmada por Alphard cuando ella planteó su inquietud.