Aquella mañana mientras terminaba de revisar todas las cosas que aún quedaban en la habitación, Lyra se detuvo a observar una foto que guardaba escondida debajo de su cama. En ella aparecía un muchacho guapo y de cabello castaño, sus ojos color azul brillaban en una radiante expresión, ataviado en una túnica de gala.
- Lyra – llamó la voz en el umbral de su puerta. Rápidamente escondió la foto en uno de los libros y lo lanzó hacia su bolso. Ella ni siquiera volteó - ¿Puedes al menos voltear siquiera a verme? ¿O ya ni siquiera me consideras suficiente para merecer un poco de tu respeto?
Las palabras del muchacho le hicieron molestar y se volteó lanzándole una mirada iracunda sin embargo, se mantuvo cruzada de brazos. El se adelantó unos pasos, pero dejó casi medio metro de distancia entre ambos.
- ¿Me escucharas? En verdad he querido hablar contigo...
- Lo que sea que tengas que decir, hazlo rápido – soltó tajante.
- Me lo merezco – Alexander exhaló – Lyra en serio siento mucho haberte dicho todo aquello...yo... - pasó una mano por su cabello y luego por su rostro, apenado, contrariado – fui un idiota. El peor idiota.
- Escuché eso ya. ¿Es todo? ¿Puedes dejarme terminar de empacar?
- Siempre supe que te gustaba, no soy idiota, ¿sabes? Yo...simplemente...no sabes todo lo que ha pasado por mi cabeza. Ellos solo...solo sacaron lo peor de mi, lo que ya estaba por salir.
- Perdiste buenos amigos, Alexander. Todo por querer aparentar ser alguien que no eres – dijo entre dientes – Muy poco me molesta lo que dijiste de mi, delante de todos. Pero dejar que atacaran a tu hermano, es lo mas bajo que pudiste hacer.
- Te juro, por mi madre, que yo no lo permití. Cuando llegué simplemente ya lo habían hecho. Por si no lo sabes, quien le partió la cara a Bolton, fui yo. El fue quien ordenó atacar a mi hermano – le soltó con rapidez, casi en súplica – Lyra, ¿en serio pensaste que yo podría hacerle eso a mi hermano?
- Te escuché amenazarlo – le dijo molesta – Lo amenazaste en el pasillo. ¿No es así?
- Lo hice – admitió – pero jamás habría enviado a que le atacaran. Tu solo... - el muchacho caminó de un lado a otro tratando de ordenar sus ideas – no entiendes. Estas en la Hermandad, todos tus amigos están ahí. Victoria y Kyle también están ahí, pero yo no soy suficiente para pertenecer, como si hubiese algo malo en mi. ¿No viste el rostro de decepción en la cara de papá?
- Gideon no...
- Lo está. Ni siquiera fue a hablar conmigo en ese momento... Se que ha sido hace un tiempo pero...llevo tiempo sintiendo que no encajo...
- Entonces decidiste tratar como una mierda a todos a tu alrededor, ¿no? Excelente decisión Alexander, recuerdame asesorarme contigo cuando quiera un consejo.
Alexander sonrió y cabeceó divertido ante el comenario de Lyra, aunque ella no hizo lo mismo. La chica tomó un respiro y le miró, enfrentando todo aquello que tenía en su mente.
- Para tu información Alexander, no te odio. Solo ya no me agradas – el muchacho frunció el ceño, dolido.
- En serio Lyra, siento mucho haberte dicho todo eso, se que fui una total mierda.
- Da igual Alexander, rompiste mi corazón lo suficiente para no tener que pensar en ti como en dos vidas.
- ¿Hablas en serio? – ella se encogió de hombros – Yo...se que estás cabreadísima conmigo. Pero, pues...ya que no creo que puedas estar mas cabreada conmigo, crep que puedo ser sincero contigo.
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Los Merodeadores - Reescribiendo el Futuro
FanfictionLos Merodeadores han sobrevivido y esta vez la historia no será la misma. Harry Potter el niño que vivió sigue siendo una leyenda viviente al igual que sus padres, ahora, estos deberán enfrentar juntos el peligroso camino que los lleva a Lord Voldem...