Chapter 38

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- Deja de tocarme, Potter.

- No puedo evitarlo, es adictivo - le respondió con una sonrisa.

- Pues hazlo tu y te la tocas a ver si te va a parecer adictivo - siseó divertida.

Ambos estaban sentados en el piso de la sala común con las piernas cruzadas y frente a las llamas en la chimenea. Lyra se había quedado con Harry practicando hechizos de transformaciones, luego de que Hermione y Ron decidieran que ya era suficiente, para sorpresa de Harry, estar a solas con Lyra por mas de una hora era agradable y de pronto se sintió mal por desconfiar de ella la mayoría del tiempo. La verdad, notó que se le daba facil aquella asignatura y encontró realmente útiles todos los trucos que tenía bajo la manga.

- Me parece que has mejorado Harry, realmente lo dominas - le dijo quitandose la nariz de conejo que el muchacho había estado acariciando minutos atrás - eres realmente brillante pero pareciera que no te interesa en lo absoluto.

- No, bueno, no lo se. Nunca me ha interesado ser el mejor de la clase - dijo revolviendose el cabello - para eso está Hermione.

- Quien realmente hace un buen trabajo - admitió alegremente.

El muchacho de pronto ahogó un gemido de dolor y cubrió su frente con la mano. Sentía como algo palpitaba dentro de su cabeza, como si fuese a reventar.

- Harry, ¿te sientes bien? - Lyra le miró con preocupación y el solo intentó asentir pero el dolor era cada vez peor - ¿Quieres que te lleve a la enfermería?

- No yo... estoy bien. Es solo que mi cicatriz... duele un poco - admitió.

- Que raro, usualmente las heridas hechas por magia no suelen molestar - ella notó como el castaño le miró curioso - Leo mucho, pense que ya lo sabías Harry.

- Lo sé, pero aún me sorprendo - sonrió - Desde lo que sucedió en el torneo, a veces siento como si...algo estuviese dentro de mi cabeza, como si todos estos sueños...fuesen Voldemort tratando de controlarme.

- Bueno, ¿se lo has dicho a James o Lily? Quizás ellos sepan como ayudarte.

- Tienen demasiadas cosas encima como para que yo les de un problema adicional - suspiró cansado - Desearía poder hablar con Sirius.

- ¿Con Sirius? - ella enarcó una ceja algo extrañada de que prefiriera hablar con Sirius que con sus padres

- El siempre tiene un buen consejo o sabe como ayudarme - respondió mirando a las llamas - a veces es como hablar contigo. Simplemente no me juzgas, aunque creo que yo a ti si te hago la vida imposible. Eres buena dando consejos y escuchando.

- Es un don - soltó con una sonrisa y Harry le miró divertido.

- ¿Tu arrogancia viene con ese don? No puedes negar que eres un poco arrogante, aunque parece que no te das cuenta.

- Nadie ha muerto por ser solo un poco de algo, ¿no? - Lyra le dio un codazo amistoso - Tengo una idea, ¿que te parece si le escribimos una carta a Sirius? Aunque te diría que lo mejor es que le escribas a James, a fin de cuentas es tu padre, ¿no? Se preocupará mas de que le cuentes a mi padre y no a él, ¿sabes que se preocupa mucho por ti? Me pidió que te echara un ojo para que no te metieras en tantos problemas y que tratara de llevarme bien contigo.

- Esta bien, le escribiré a papá. De todas formas le dirá a Sirius - razonó - ¿como harás para que lo que escribamos solo puedan leerlo ellos? Recuerda que el correo...

- ...está siendo vigilado. Lo se Harry, te recuerdo que nuestras pobres lechuzas sufrieron por ello - Harry se dio cuenta que su expresión se volvió pensativa, seguramente buscando una forma en el fondo de su mente - ¡Ya! Una vez leí un libro nomaj donde si quemabas el papel, las palabras saltaban de las llamas y se ordenaban. Pero, quemarlo no es tan útil, ¿no? Me parece que un encantamiento de revisión con uno de permanencia bastarán.

Los Merodeadores - Reescribiendo el FuturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora