Annabelle observaba a Lyra mientras mantenía la cabeza recostada a la ventana con la mirada perdida en algún punto de aquel lugar. Estaban escondidas en un suburbio no mágico donde la Hermandad las tenía bajo resguardo, sin embargo, Lyra había expresado su descontento cuando le informaron que de ninguna forma podría volver a Ilvermorny y sobretodo, que sus días en la mansión Caster habían terminado momentaneamente mientras todos se reunieran allí. Usualmente miraba su anillo, aquel que la Hermandad le había otorgado y sentía un peso que no podia evadir de ninguna forma.
- ¿Lyra? - llamó la mujer rubia mientras se sentaba frente a ella - ¿Quieres hablar? Se que tienes muchas cosas que decirme.
- No muchas, solo que te extrañé - dijo sin mirarle - Sabía que de alguna forma estabas viva y que ese anillo significaba algo. Así que...si piensas que estoy molesta, pues no es así. Tratabas de protegerme, solo me preocupa que no confíes en mi.
- Confío en ti, pero...hay cosas de las cuales...yo...
- Se que no eres de este tiempo - dijo Lyra mirándole con fijeza. El corazón de Annabelle se detuvo y frunció el ceño.
- ¿Te lo ha dicho Sirius?
- No, de hecho le sorprendió que yo lo supiera - Lyra sonrió y se acercó a tomarle ambas manos - Vamos mamá, ¿has visto como te vistes a veces? A veces hablas como si ya hubieses visto algo y recién ha salido o cuando te sabes todas las letras de las canciones y se supone que no las habíamos escuchado. Luego de un tiempo, solo lo descubrí y todo lo que has investigado.
- ¿Por qué no me lo dijiste? - preguntó con ojos llorosos.
- Porque de cualquier forma sigues siendo mi madre - suspiró - y no imagino lo terrible que debe ser estar tan sola en el mundo. Yo debo contarte algo, vi a mis abuelos.
- ¿Los Black?
- Ehm, si ellos también pero no es precisamente de ellos quienes hablo - le dijo en una voz baja. Annabelle abrió sus ojos sorprendida.
- ¿Pero como...?
- Trabajaba ese día en la tienda de discos y solo aparecieron. Fue fácil reconocerlos mamá. Te pareces mucho a tu madre pero tus ojos son como los de tu papá - sonrió y Annabelle también lo hizo aunque su rostro estaba inundado en lágrimas - Fueron muy amables y saben mi nombre. Quizás algún dia pueda volver a verlos. Yo quería decirte esto pero...
- Hiciste bien en no hacerlo, cariño. No se...quizás habría arruinado todo y los hubiese buscado - Annabelle limpió su rostro y le miró escrutandola - Lyra, se que extrañas a los chicos, pero ten por seguro que pronto podrás verlos.
- Lo se pero no puedo evitar sentirme molesta - dijo con franqueza - y no solo los extraño a ellos sino a...
- ¿Harry? - preguntó viendo que Lyra se había detenido con el rostro carmesí. Annabelle sonrió y Lyra volvió su mirada a la ventana - No es como si no hubiese notado que te hiciste su amiga, aunque me pareció que quizás sientes algo más por Harry.
- No uses tu poder de legeremancia maternal conmigo - tentó la pelinegra y Annabelle rió - Han sucedido muchas cosas desde que desapareciste.
- Ya veo. ¿Te gusta Harry?
- ¡Mamá! A veces un poco de sutileza no hace daño - se quejó - No lo se. Es un chico de lo mas dulce, además es brillante pero...hay ocasiones donde siento como si estuviesemos conectados de alguna forma y se de la visión que tuvo la señora Ubunta. Ni he podido dejar de pensar en eso.
- Entiendo, ojos verdes ¿no es así? - preguntó Annabelle para luego Lyra asentir - Es algo en lo que estuve pensando cariño, luego de verte con Harry en San Mungo. ¿No crees que el sea esos ojos verdes con los que terminas siendo feliz después de todo?

ESTÁS LEYENDO
Los Merodeadores - Reescribiendo el Futuro
FanfictionLos Merodeadores han sobrevivido y esta vez la historia no será la misma. Harry Potter el niño que vivió sigue siendo una leyenda viviente al igual que sus padres, ahora, estos deberán enfrentar juntos el peligroso camino que los lleva a Lord Voldem...