Chapter 22

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Las preguntas esa noche eran muchas y con menos respuestas de las que podían imaginar. Lyra se mantuvo callada, tanto que Sirius temió que se hubiese sumergido en su propio mundo, uno donde se planteara todas las ideas y que ninguna fuese nada buena.

Aquella tempestad que se avecinó parecía una tormenta sin fin. Sirius estaba en su cama aún despierto y mirando hacia la ventana donde la lluvia golpeteaba con fuerza.

- Sirius - el aludido volteó rapidamente, Lyra estaba parada en la puerta cubierta en una sabana - ¿Crees que pueda dormir contigo? No he podido pegar el ojo.

- Vente, aunque debo advertirte, Annie solía decir que roncaba - intentó bromear.

- Siempre puedo taparte la boca con una media - ella se acercó y se acurrucó a su lado - Sirius, yo... siento mucho complicarte las cosas.

- ¿De que hablas nena?

- Tu vida era mas simple, ¿no es así? Ahora tienes que ocuparte de mi y de todo este problema - Sirius miró aquellos ojos idénticos a los suyos que le miraban con arrepentimiento.

- No, no digas eso. Eres mi hija y jamás serás una complicación - el le abrazó con fuerza - desearía haberte tenido antes en mi vida. Haberte visto crecer, quizá no estarías metida en todo este lío y Annie estaría aquí con nosotros.

- Es extraño, ¿sabes? En casa, mamá es la señora M o Madame Morgensten. Todos la llaman por su nombre completo, Annabelle. Pero tu, a pesar de todo le sigues llamando Annie.

- Para mi sigue siendo Annie, un completo dolor de cabeza cuando se lo proponía y una adorable razón para levantarme temprano a comprar su cereal muggle favorito - el hombre sintió como Lyra sonrió - Se que te pareces a mi fisicamente pero, cuando sonríes o cuando me das esa mirada de molestia, la veo a ella.

- ¿Por qué te enamoraste de mamá?

- No lo sé, simplemente sucedió. No escogemos a quien amar, supongo - Sirius le dio un beso en la coronilla y ella se abrazó a el - Siempre me negué a tener algo serio con una chica, la verdad no quería tener que lidiar con esa responsabilidad pero, Annie siempre tuvo un lugar en mi corazón y yo no me di cuenta sino cuando era muy tarde.

- ¿Tarde? -ella frunció el ceño.

- Comenzó a salir con otro chico y pues, pensé que tenía mejores cosas que ofrecerle que yo, así que no quise joderle la relación.

- Pero...tu la querías, ¿no? ¿Que no es algo mucho mas importante que ofrecerle?

- En ese momento había huído de mi casa, sin dinero, sin familia - Sirius se estremeció cuando un trueno retumbó en la habitación - Luego reaccioné e intenté recuperarla.

- Pero lo hiciste, ¿no es así? - Lyra le miró con una sonrisa y el le correspondió - Mamá me dijo que esperaba que alguien me amara tanto como el tío Alphard amó a la persona por la cual llevo el nombre. Se que soy una tonta romántica pero, esa memoria que mamá me dio, siempre me hizo querer a alguien que me ame de la forma en la que tu veías a mi madre o en la que James ve a Lily.

- ¿De quien habrás sacado lo cursi?

- Seguramente no de ti - tentó divertida.

- Todas siempre caen rendidas a los pies de James, ya veo que también eres de su club de fans - bromeó con ella - en Hogwarts las chicas le llovían como moscas a la miel.

- Será porque es guapo y divertido - soltó en un suspiro.

- ¡No! ¡No mi propia hija! - saltó y Lyra comenzó a reir a carcajadas - Niña malvada. James es un viejo ahora, además si te gusta James, tambien te debe gustar Harry.

Los Merodeadores - Reescribiendo el FuturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora