Chapter 27

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Sirius observó la fotografía que Lily le había relagado, en ella Lyra sonreía y le hacía caras graciosas a Harry que trataba, muy en vano, de evitar reirse. Solo había pasado un dia y ya los sentía como años, suspiró y guardó en el bolsillo de su túnica la foto.

Pensaba en la razón por la cual había aceptado la invitación de Walburga y Orion a Grimmauld Place, pero recordó la insistencia de su tio Alphard quien también había sido citado ese mismo día.

Odiaba esa endemoniada casa, la detestaba tanto que solo respirar dentro de ella le hacía sentir como si la hiel recorriera sus pulmones. El elfo como de costumbre, refunfuñaba por lo bajo, maldecía y le llamaba traidor.

- ¡Que osadía tu impuntualidad Sirius! - soltó Walburga al verlo.

- Un calido recibimiento como de costumbre - siseó.

- ¡Oh! No vengas a hacer esto sobre ti ahora, te hemos llamado por tu hija - bramó Orion caminando hacia el.

- De no ser por la insistencia de Lyra, ni siquiera les conocería. Lo menos que quería era que visitara esta casa - siseó con desdén - ustedes no merecen la bondad o el aprecio que les tiene.

Alphard le miró con seriedad y suspiró al ver a Walburga que de pronto pareció algo abatida ante aquello, pero se compuso rapidamente.

- Bueno, al menos alguien de nuestra propia sangre nos tiene aprecio - musitó Orion con una media sonrisa cargada de orgullo - uno sincero. Pero no te trajimos aquí ni a Alphard para hablar del blando corazón de tu hija. Lo que sucedió en el andén...

- ¡Malfoy ya debe estar contandole todo a los demas Mortifagos! - soltó Walburga.

- Seguro estás deseando que quede en Slytherin, ¿no?

- ¡Por Merlin! Sigues siendo tan idiota, ¿no Sirius? - Walburga clavó sus ojos grises en los de su hijo - Preferiría que fuese una tonta Hufflepuff a que sea una Slytherin en estos momentos. Estar ahí sería una sentencia de muerte para esa niña. Lucius Malfoy aun tiene relación con los Rosier y no se de que calaña sea ese pequeño huroncito Draco. ¿Has visto como se le ha quedado viendo a tu hija?

- Pues si, pero Lyra sabe cuidarse muy bien - replicó con orgullo - Además le he pedido a Harry...

- ¡¿Potter?! Pensé que tenías algo de cerebro Sirius. Harry Potter solo trae problemas. El señor Tenebroso lo busca, Lyra podria salir herida - siseó con preocupación - ¿que clase de padre eres?

A Sirius toda aquella situación le pareció hilarante, Walburga le recriminaba la forma de criar a su hija.

- ¿En serio me preguntas eso a mi? - soltó consternado.

- No es momento para traer todos tus traumas infantiles aquí, Sirius. Para todos es claro que nos odias y nos aborreces - dijo Orion con voz profunda - pero... entiende que sin preverlo, Lyra está metida en un nido de arpías en estos momentos. Por un lado, están todos esos Mortifagos que te odian por ser parte de ese grupo ridiculo al que llaman la Orden del Fenix y por otro están todos los que nos odian a nosotros.

- Hijo, lo que tratamos de decirte es que debemos buscar una forma de mantener a Lyra bajo cuidado, saber que está bien - soltó Alphard de pronto.

- Entiendo que a ti, tio, te interese su integridad. Siempre has sido como un padre para mi, pero... ¿en serio a ustedes, que siempre me han detestado por no querer unirme a su inquisición con Voldemort, les importa lo que le pase a mi hija?

Walburga palideció ante la mención del nombre sin embargo se mantuvo con la  cara en alto.

- Nuestro apellido está muriendo, Sirius - soltó Orion - Lyra, aunque cueste admitirlo, lleva nuestra sangre.

Los Merodeadores - Reescribiendo el FuturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora