Apolo estaba aturdido y sobretodo intrigado. ¿Como Orion Black había logrado contactarlo y dejarle una nota en su casa esa mañana. Había sido tanto su curiosidad que decidió acercarse al número 12 de Grimmauld Place.
Suspiró y tocó la aldaba mientras se acomodaba la túnica. El elfo que había secuestrado a Lyra esa vez, le miraba receloso y le dejó pasar. Aquella casa era tan oscura y tenebrosa, que no entendía como Lyra amaba pasar tiempo allí.
Quizas por el apuro de aquel día, no había notado el parecido de madame Black con Lyra, pero era impresionante. Tenían los mismos ojos y la misma expresión desafiante, quizás en muchos años, se vería de la misma forma que su abuela.
- Apolo, ¿no es así? Ven, Orion está en la sala - dijo mientras lo guíaba - Veo que eres puntual, eso dice mucho de un joven.
- Si...es un placer verla de nuevo, madame Black - soltó con suavidad y se sintió reconfortado en ver una sonrisa amable en aquel rostro que le recordaba tanto a Lyra.
- ¿Placer verme? No nos conocemos, joven DeVilliers.
- Oh, pero Lyra habla muy bien de ustedes. Visitar a quienes Lyra aprecia, para mi siempre será un placer.
Cuando llegaron a la sala Walburga le instó a sentarse mientras el hombre, Orion le miró con una expresión orgullosa. Apolo observó al hombre y pensó divertido en que todos en la familia Black tenían los mismos rasgos finos y marcados, ver a Orion era casi la misma imagen de Sirius.
- Iremos al grano, Apolo. No es un secreto que tus atenciones con nuestra nieta son...obvias. ¿Pretendes algo con ella? - preguntó Orion mientras con un movimiento de su varita le ofrecía una bebida que Apolo tomó en sus manos.
- No se que decir - dijo con las mejillas rojas.
- La verdad. Solo eso - instó Orion - No te vamos a quemar en una hoguera.
Aquel intento de broma, le recordó al humor negro de Lyra y no pudo evitar sonreir.
- Quiero a Lyra, no creí ser tan obvio. Pero, ella no me corresponde. Solo somos amigos - aclaró.
- ¿Le quieres o es algo mas muchacho?- preguntó animandole -Bebe, no seas tímido.
Apolo bebió de aquel licor y suspiró. Tenía un sabor dulce y a la vez amargo, su olor a fresa era embriagante.
- Entonces...mi nieta. Hablanos de ella - pidió Orion con un tono mas encantador del que pensó que aquel hombre pudiera emitir.
- Es la mas maravillosa y encantadora persona que existe - Apolo se sintió algo deshinibido, ¿sería aquel licor?
- Maravillosa, ¿eh? ¿Sientes algo por ella?
- Le amo, señor Black. Amo a Lyra mas que a cualquier cosa en el mundo - dijo y se tapó la boca apenado - Este licor...
- Oh, bueno. Tiene un poco de poción deshinibidora. Tranquilo, solo quiero que te relajes un poco niño - soltó Walburga como su nada.
- ¡Señores Black! Yo... Escuchen. No se para que me llamaron. Creo que todos a quienes puedan preguntar, saben que mis sentimientos por Lyra son mas allá de la amistad. Le amo, mas que a mi vida - dijo con rapidez mientras se levantaba y caminaba de un lado al otro - pero ella no siente nada mas hacia mi que una infinita amistad y yo estoy bien con eso.
- ¿Te conformas? Nunca debes conformarte con menos que nada. ¿Que no sabes eso? - replicó Orion - ¿Que mi nieta no lo vale?
- Vale todo en este mundo pero...¿sabe lo que me haría si sabe que quiero forzarla a algo? - le soltó exasperado - No quiero perderla en ninguna forma.
Orion suspiró y se acomodó en su lugar.
- Buena respuesta, aún no me convence del todo. No te pido que la fuerces. Yo mismo te mataría si intentas obligarla a algo - siseó - Pero digamos que hipotéticamente mi esposa y yo apoyamos una unión a futuro entre tu y mi nieta y estamos dispuestos a darte el apoyo que requieras.
Apolo soltó a reír divertido de aquello, aunque ambos parecían estar hablando muy seriamente.
- Lyra no siente mas que una amistad por mi - les aclaró de nuevo.
- ¡Ah por Merlín! Muchacho eres apuesto y se ve que además eres un blando...¡Usalo a tu favor! No creo que una jovencita como Lyra no se fije en ti si hay mas atenciones hacia ella.
- Escuche, madame Black, en serio aprecio esta...ayuda, pero aunque quisiera, Lyra no podría sentir nada por mi. En mi familia hay una maldición y...
- Apolo, niño - Walburga se acercó a él y le miró arrogante - ingéniatelas. Quizás puedas hacer que no sienta amor pero atracción...¡Eso ayudaría! Las mujeres, querido, nos vemos seducidas por muchas otras cosas - dijo y de pronto, aquel tono condescendiente le recordó a Lyra cuando estaba por perder la paciencia. Orión parecía verla con mas interés, escuchándola atento - Regalos, flores, vestidos, joyas. ¡No lo sé! Los jovenes hoy en día seguramente no han cambiado tanto. Aprender a besar bien a una mujer y entiende sus debilidades y las tendrás a tus pies, ¿no crees?
- ¿Por que ayudarme? Se que mi padre no es de su agrado ni ustedes el de él.
- Querido, querido. Eres nuestra mejor opción. Quieres a la niña además vienes de buena familia y eres de un buen linaje - sonrió Walburga hacia él mientras se sentaba de nuevo - Guapo además, eres perfecto para nuestra nieta. En mis tiempos hacían matrimonios concertados previamente, al menos date por servido que te damos la oportunidad de hacer que ella te vea con otros ojos. ¿Que no es tu deseo?
Apolo se detuvo a pensarlo. Si lo veía bien, no estaría haciendo nada malo. Amaba a Lyra y la oportunidad de que los abuelos de ella intercedieran para ayudarlo, no era garantía de éxito pero al menos tendría una oportunidad. Usar todo lo que pudiese para hacerle ver que realmente él tenía todo lo que necesitaba y que le veneraría infinitamente. ¿Que haría con la maldición? Quizás en el camino existiese una forma de romperla. Ya lo averiguaría así tuviese que ir a los confines del inframundo mismo.
- Acepto - dijo él firmemente - Es un plan demente, pero aceptaré. Amo a Lyra y puedo darle todo lo que necesite y todo lo que desee.
- No espero menos - Orión se levantó y Apolo le imitó ambos estrechándose la mano - Una última petición, DeVilliers. Cuando se casen, mi deseo es que se queden en Londres. Quiero que Lyra herede esta casa, así como todo lo que es de los Black. ¿Permitirías que conserve su apellido sobre el tuyo?
- Realmente haré lo que ella desee. No me importaría que mis hijos lleven su apellido primero que el mío - dijo Apolo sin darle importancia, luego sintió el calor en sus mejillas al darse cuenta de lo que había dicho. Imaginarse un futuro donde estuviese con Lyra era algo que solo reservaba para él.
- Bien, bien. Comienzas a caerme mejor, DeVilliers. Como sabrás, Lyra es nuestra única nieta y la esperanza de que nuestro apellido continúe - explicó Orion con tranquilidad - Me complace saber como piensas, de cualquier forma, eso ya lo discutirás con ella. Espero no tan pronto, Lyra es muy joven y tiene cosas que ver aún. Conociéndole, de cualquier forma, nadie impedirá que lo haga.
- Si, es así señor Black - asintió - ¿Me permite decirle algo? Si...las cosas no funcionan, no le forzaré a nada. Daré mi mejor esfuerzo para que Lyra se quede conmigo, pero no haré nada que pueda herirla. La amo demasiado como para eso.
Walburga miró al muchacho y se mantuvo callada. ¿Que podría decirle? Por un lado quería a cualquier costo que el plan se lograra, pero ni siquiera ella permitiría que le hicieran daño a la chica. Apolo DeVilliers había demostrado ser un muchacho educado y sobretodo, amar a Lyra hasta el punto de no querer imponerse sobre ella. ¿Cómo esa niña puede ser tan tonta para ignorar a este jovencito apuesto?
Definitivamente, Lyra estaba perdiendo un gran partido.
Blandengue igual que Orión. Ya la educaré mejor yo que su madre. De cualquier forma, es mas parecida a mi de lo que cree.
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Los Merodeadores - Reescribiendo el Futuro
FanfictionLos Merodeadores han sobrevivido y esta vez la historia no será la misma. Harry Potter el niño que vivió sigue siendo una leyenda viviente al igual que sus padres, ahora, estos deberán enfrentar juntos el peligroso camino que los lleva a Lord Voldem...